Cristina García de Passarella, su lealtad a una profesión que marcó su vida.
Se celebra en nuestro país el 17 de septiembre el Día del Profesor, en homenaje a José Manuel Estrada, destacado intelectual que se desempeñó en el mundo de las letras, el periodismo, la oratoria, la historia y la filosofía, además de eximio Profesor. Había nacido en Buenos Aires el 13 de julio de 1842, y falleció el 17 de septiembre de 1894 en Paraguay. Hoy sus restos descansan en el cementerio de la Recoleta.

Estrada ocupó cargos políticos, fue constituyente; y Rector del Colegio Nacional de Buenos Aires, además de titular de la cátedra Instrucción Cívica en esta entidad educativa.
“Ser profesor es la elección de una forma de vida que se asume desde la labor diaria, las exigencias, la lucha, el agotamiento, la esperanza y la alegría de hacer lo que eligieron ser”.
(José Manuel Estrada)

A través de este artículo, queremos brindar nuestro reconocimiento a todos los Profesores, a quienes día a día asumen el desafío de acompañar al adolescente en su formación integral. Y la ocasión fue propicia para entablar un diálogo con la Profesora Cristina García de Passarella, hoy jubilada, que nos recibió con amabilidad y gentileza, algo de nostalgia la invadió, de emoción por momentos, de regocijo, y mucho de gratitud reflejaron sus palabras. Nos habló de su trayectoria, de lo que vivió, aprendió, compartió y disfrutó durante el ejercicio de la docencia, como así también de su biografía escolar.

Esta Profesional de la Educación es Profesora de Castellano, Literatura y Latín, egresada del Instituto de Profesorado “Concordia”, en el año 1974. Nos contaba que ella había decidido ser Maestra, razón por la cual cursó sus estudios secundarios en la Escuela Normal de Concordia; pero en el año 1968, la carrera de Maestra Normal Nacional fue trasladada al nivel terciario, por lo tanto, en 1970 egresó con el título de Bachiller Pedagógico; vendrían años después otras modalidades. Al demorarse el inicio de la carrera terciaria, y como desde niña le había gustado la lectura de obras literarias, optó por los estudios de Lengua y Literatura, mientras se definía el comienzo del Profesorado de enseñanza primaria.

Nos decía Cristina que su padre había sido un gran lector, por esto abundaban los libros en su casa, en particular novelas, y ella leía de todo, aunque durante sus primeros años no tenía idea de quiénes eran los autores; comics y periódicos formaban parte también de sus géneros preferidos y contribuyeron con su formación integral. Estas lecturas, el gusto por la Lengua, más la satisfacción que enseguida le generó la conexión con el nivel medio hicieron que, definitivamente, permaneciera en la escuela secundaria.
«Educación para la libertad, o simplemente educación, porque no puede menos de ser libre un pueblo compuesto de hombres que se conocen y se moderan».
(José Manuel Estrada)

Respecto de su trayectoria, nos refería Cristina G. de Passarella que sus primeros pasos estuvieron ligados a la dimensión administrativa primero, y seguidamente a la preceptoría, en la Escuela de Educación Técnica N° 1 “Brig. Gral. Pascual Echagüe”; tras una pausa por razones personales, retomó su tarea en el año 1989, y se dedicó a la docencia en la mencionada escuela, y en la Escuela Normal “Domingo Faustino Sarmiento”. A partir de ahí continuó en las aulas de estas instituciones hasta su jubilación en el año 2012.

Su formación académica continuó, cursó la Licenciatura en Lenguas Modernas y Literatura, que finalizó en el año 2003. Coincidió este año con la creación del Profesorado de Lengua y Literatura en la Escuela Normal; al respecto Cristina nos expresaba que había sido “una de mis grandes satisfacciones personales y profesionales el haber sido una de las profesoras fundadoras de esa carrera”.

Para ese entonces ya dictaba algunos espacios curriculares en el Profesorado de Lengua y Literatura, perteneciente al Instituto de Profesorado “Concordia”. Años antes había trabajado en esta institución en los cursos de introducción al nivel terciario.
Asimismo, la Profesora García de Passarella integró la Red de Formación Docente Continua, que le otorgó la posibilidad de capacitar a Docentes de nivel medio en épocas de la implementación de la Ley Federal de Educación.

Abordamos con nuestra entrevistada cuestiones inherentes a la metodología de trabajo en el aula, a lo que ella nos manifestaba que la lectura en voz alta y la lectura silenciosa, el trabajo grupal, el análisis y comentarios de distintas tipologías, el resumen, la interacción verbal, habían sido las estrategias que le brindaron buenos resultados, en beneficio de un aprendizaje significativo. El haber incursionado en representaciones de obras teatrales derivó en despertar el gusto por este género tan valioso, y el descubrimiento de otras capacidades en los estudiantes.
“Se educa cuando se fomenta la capacidad de pensar por cuenta propia, integrados a una comunidad educativa”.
(José Manuel Estrada)

Inevitablemente surgió en nuestro diálogo con Cristina la situación de aquel alumno a quien Lengua no le gustaba; y ella reconocía que la materia siempre fue y será uno de los pilares en la formación de los alumnos; muchos fracasaban y, lamentablemente, no la aprobaban. En esta instancia nos explicaba:
-En el aula, trataba de entusiasmarlos con lecturas atrayentes y ejercitaciones variadas. Los trabajos grupales eran beneficiosos, porque entre ellos se apoyaban y ayudaban. En los últimos años el uso del celular comenzó a entorpecer sus intereses, pero no todos lo tenían-.

Debido a la transversalidad en la enseñanza de la Lengua, le preguntamos a la Docente por la posibilidad de diseñar alguna actividad interdisciplinaria. Nos respondió que se trataba de dialogar con profesores sobre todo de Ciencias Sociales para que los alumnos pudieran asociar conocimientos, pero no siempre resultaba; seguramente por falta de perseverancia, porque el tiempo muchas veces obligaba a cada docente a sumergirse en su asignatura, y no hubo determinación para avanzar en ese sentido.

Analizamos también cuestiones relacionadas con la creatividad y el pensamiento crítico. En cuanto a la creatividad -sostenía la Profesora Passarella- determinadas actividades hacían que los chicos descubrieran sus capacidades; por ejemplo, los conocimientos de dibujo permitían que los alumnos de la Escuela Técnica pudieran expresarla a través de una historieta. El pensamiento crítico se lograba, primeramente, en aquellos adolescentes más curiosos, con mayores inquietudes por algunos temas.

Como en toda profesión, las innovaciones eran muchas veces motivo de debates intensos, de acuerdos y de desacuerdos. Cristina Passarella nos explicaba que trataba de adecuarlas a los tiempos de los alumnos, y a las peculiaridades de los diferentes grupos; y siempre en consenso con los demás colegas de la materia. Nos aclaró que había sido formada en el Estructuralismo, y aun en el nivel terciario, pudo percibir resultados positivos, más allá de que trataba de tener un espíritu amplio y la mente abierta.

Sabemos que con el correr de los años, los docentes vamos descubriendo determinados cambios en los estudiantes. Nuestra interlocutora nos indicaba que en sus primeros años de docencia, se notaba, en mayor medida, el seguimiento de los padres y su preocupación por el cumplimiento de las tareas de sus hijos. Mientras ganaba experiencia, Cristina estaba más atenta a los cambios que se iban generando, e intentaba profundizar la importancia de los valores éticos. Sus palabras:
-De cualquier manera, y mirando hacia atrás, nunca formé parte de la postura “los alumnos de antes eran mejores que los de ahora”. Siempre hubo alumnos cumplidores y estudiosos, y otros indisciplinados e irrespetuosos. Los alumnos de los últimos años de mi carrera tenían otros tipos de problemas, sí. La familia y la sociedad no eran las mismas, los tiempos eran otros, pero siempre necesitaban el apoyo y el cariño del docente. Con el buen trato, la comprensión y el diálogo, yo captaba más su atención. Los jóvenes son muy vulnerables, aunque ellos no lo crean-.

Al cerrar nuestra conversación, Cristina nos habló de algunas satisfacciones que la docencia le brindó:
-La primera satisfacción es haber trabajado en lo que me gustaba y había capacitado. Otras, haber formado parte de los actos del Centenario de la Escuela Normal (2010); haber participado en la Maratón de Lectura “Don Quijote no duerme”, organizada por el Profesorado “Concordia” en el año 2005; durante dos días, en forma ininterrumpida, alumnos y docentes leímos, en la Plaza 25 de Mayo, la mayor obra maestra de la Literatura Universal.
“Se educa cuando se enseña que debe estar presente el pensamiento y la acción con la vida misma, no solo recibiendo la información y estudiando de memoria”.
(José Manuel Estrada)

Hoy me hace feliz que alumnos de Bodas de Plata me inviten a acompañarlos en sus festejos y también encontrarme con alumnos ya adultos que me recuerdan y saludan con afecto. Por último, conocí y compartí momentos gratos con personas del ámbito docente, colegas, con quienes aún conservamos la amistad-.

“Educamos cuando suscitamos convicciones personales en los alumnos, cuando proponemos valores que los motiven, cuando sugerimos caminos que se puedan transitar con seguridad, ese es el encargo que recibimos de la Patria y las familias”.
(José Manuel Estrada)
Un capítulo aparte, que no podemos dejar de contarles a nuestros lectores: Alguna vez compartimos con Cristina el Área de Lengua y Literatura de la Escuela Técnica N° 1, jornadas institucionales, reuniones de área, mesas examinadoras, encuentros breves en los recreos, todo hizo que nos convirtiéramos en un equipo fuerte, compacto, leal, con valores que nos permitieron sostenerlo más allá del trabajo, y hoy nos brindan el enorme privilegio de compartir la vida.

De este modo, para homenajear a nuestros queridos colegas, establecimos este diálogo gratificante con la Profesora Cristina García de Passarella, quien nos relató emotivamente y con orgullo aspectos significativos de su profesión docente, la que llevó a cabo siendo fiel a sus principios, solidaria con sus alumnos y sus pares, comprometida con su tarea, exigente cuando había que serlo, pero comprensiva si la situación lo ameritaba, sin perder jamás la calma; un magnífico ejemplo para quienes tuvimos el honor de trabajar con ella.
¡Feliz Día del Profesor, Cristina! ¡Feliz Día, Queridos Colegas! ¡Por siempre, Profesores!
Texto y selección de fotografías: Prof. Nélida Claudina Delfin
Hermoso relato!. Cuántas cosas vividas, y la gran mayoría por haber elegido la profesión o vocación de ser Docente!
Felicitaciones