Como si se tratase de un cuento…
Como si hubiese sido una tarde más, como tantas que venían transcurriendo durante el período de pandemia de Covid 19, en Villa Zorraquín, una madre jugaba con sus niños y, para evitar la rutina, para que los pequeños no se aburrieran, ya que por momentos el encierro se tornaba agobiante, había surgido entre ellos la idea de elaborar alfajores, quizás porque la masa es un elemento que a todos los chicos atrapó siempre, les gustaba esto de “jugar con la masa”.
Pero esa tarde pasó algo diferente. La niña había derramado casi todo el paquete de harina, razón por la cual la cantidad de alfajores fue superior, y decidieron realizar una venta entre los vecinos; un cartel en la vereda indicaba que en esa vivienda se vendían alfajores. Inmediatamente la gente empezó a pedir, ese día y los días siguientes, cada vez en mayor medida; se enteraron algunos kiosqueros y almaceneros, que también solicitaban alfajores para sus negocios. Generó esto un gran entusiasmo en Andreína Tommasi, esa feliz mamá que, sin siquiera sospecharlo, había logrado convertir aquella tarde en una mágica jornada que daría inicio a un magnífico emprendimiento, como resultado de compartir junto a sus niños, Dante y Bella, juego, trabajo, aprendizaje.
Esa unión familiar concibió un mundo mágico, encantador, hecho proyecto: Alfajores “La Maga”. Corría el año 2020.
Visitamos la fábrica de alfajores en Villa Zorraquín. Recordemos que este barrio se encuentra a 8 km, aproximadamente, de la zona céntrica de la ciudad de Concordia.
Allí nos recibió esta apasionada emprendedora, nos contó esta historia tan particular y admirable, nos mostró las instalaciones y la forma en que cada integrante de este equipo desempeña la tarea.
Un aprendizaje que no cesa
A partir de ese momento, inició Andreína su trayecto formativo, a través de cursos de Pastelería, Chocolatería, por un lado; y cursos para Emprendedores, y en Administración de Empresas, por otro. Diferentes aristas que le han permitido su crecimiento profesional y, consecuentemente, el de su emprendimiento.
Recordemos que Andreína Tommasi es Profesora de Italiano, rol que había desempeñado hasta entonces y que, con el correr de los meses y los incipientes avances de la empresa, se vio obligada a abandonar.
De lo manual a lo tecnológico
Todo había empezado en la cocina de su hogar, con el horno de la familia, y todos los instrumentos caseros, hasta que gradualmente fue Andreína adquiriendo la maquinaria industrial; pasó, por ejemplo, de una máquina dulcificadora manual, que ella había inventado, a la automática que, a medida que el negocio iba creciendo, pudo comprar, al igual que la bañadora de chocolate. De repente, estaba su casa llena de alfajores, ocupó ahí nuevos espacios, contrató personal, necesitó mayor cantidad de materia prima; esta siempre de calidad, una prioridad desde el comienzo, al igual que la realización de estudios para evaluar la calidad de agua que se utiliza en la fabricación de alfajores.
El Mejor Alfajor Triple
Habían pasado apenas dos años, dos años de intensa labor, de estudio, de cambios, de progreso, hasta que esta entusiasta emprendedora decidió participar con todas sus variedades en el “Mundial del Alfajor”, un concurso anual que premia la calidad de los alfajores por medio de un jurado especializado, que conforma un orden de mérito, según las características del producto que la entidad fija, para el relleno, la galletita, la cobertura, la presentación externa, etc. Los tres alfajores de mayor puntaje obtienen Medalla de Oro, Plata y Bronce, respectivamente. Se realiza este evento todos los años, durante el mes de agosto, en la ciudad de Buenos Aires, con la posibilidad de que participen productores de diferentes países del mundo.
Y en esa instancia, llegó el primer reconocimiento, la “Medalla de Plata al Mejor Alfajor Triple”, el triple black, que posee tres capas de chocolate intenso, relleno con dulce de leche y bañado con chocolate semi-amargo.
Pruebas, ensayos, intentos
Nos explicaba esta excelente creadora que la búsqueda ha sido intensa; probó miles de alfajores, con galletitas y rellenos diversos. Hoy son ocho los tipos de alfajores: negro, blanco, dúo, membrillo, triple black, triple de maicena, naranja, glaseaditos.
Dónde y cómo se venden
Alfajores “La Maga” comercializa su producción no solo en la ciudad de Concordia, sino prácticamente en toda la provincia de Entre Ríos, en Santa Fe, Catamarca, y al momento de la nota, un pedido que llegaría a Tierra del Fuego. Cabe destacar que los jugadores de fútbol del seleccionado argentino han probado estos alfajores, por medio de una persona vinculada a la preparación física de los jugadores que les acercó esta delicia.
El local de venta en la ciudad de Concordia se encuentra en calle Entre Ríos N° 282.
Efectúa la empresa difusión a través de redes sociales, Instagram y Facebook; y desde la obtención del premio, se hizo conocida por las diferentes notas periodísticas que le realizaron a su propietaria, medios de comunicación, locales, provinciales y nacionales. Su presencia en los medios -nos comenta Andreína-, fue algo que tampoco había estado en sus planes y rápidamente tuvo que aprender a manejarlo.
Experiencias que se comparten
Forma parte Andreína, junto a un número importante de colegas de varios lugares, de un grupo que se denomina “Alfajoreros Unidos”. En él, sus miembros comparten información, experiencias, sugerencias, distintos tips para la fabricación del producto.
Un ejemplo que se puede observar
La empresaria alfajorera ha llevado a cabo charlas en instituciones escolares del nivel secundario, con el fin de relatarles a los estudiantes de los últimos años su experiencia, y hacerlos reflexionar sobre las posibilidades de abordar algún proyecto, para lo que primero estarán las ganas y luego buscar qué hay, con qué elementos se cuenta, y una actitud perseverante siempre; analizar el paso a paso de un proceso que se concreta con esfuerzo y dedicación. Quien cree que puede planificar su emprendimiento, de a poco, con constancia, puede transitar el camino hacia su puesta en marcha.
“Encontré una pasión…”
Y así, lo que en un principio había sido un juego, un pasatiempo en épocas difíciles, se convirtió de repente en un grandioso emprendimiento, que la Sra. Andreína Tommasi nos presenta con un enorme entusiasmo, que refleja su compromiso con la tarea cotidiana, su anhelo de seguir creciendo, su formidable manera de luchar por su futuro y el de sus hijos; y con toda esa humildad que demuestra cuando nos describe todo el desarrollo y evolución de su proyecto, que lo tuvo todo: entretenimiento, pruebas, oportunidades, trabajo, estudio, búsquedas, decisiones y, definitivamente, el descubrimiento de una pasión, sumado al hecho de haber compartido todo junto a sus hijos, Dante y Bella, quienes acompañaron desde el primer momento, aportando toda su energía y vitalidad.
Agradecimiento: A la Profesora Mónica Toutín por su valioso aporte de información para la elaboración del artículo.
Texto y fotografías: Prof. Nélida Claudina Delfín.
Excelente nota.
Felicitaciones a emprendedores tan entusiastas y generosos al compartir su experiencia.
Éxitos!
Mis felicitaciones a Andrea Tommasi, por el amor y perseverancia!! Por sus logros!! Ejemplo a seguir. Gran nota de Nelida Claudina Delfin, orgullosamente mi prima!!!