En busca de la historia, la cultura y el paisaje de nuestra provincia de Entre Ríos, descubrimos a través de la red social Facebook una página que atrajo nuestra atención: “Los Charrúas del Recuerdo”. Su responsable es el Sr. Leonardo Kerbs, un joven oriundo de la localidad, Profesor en Artes Visuales, quien expresa su compromiso de seguir contando la historia de Los Charrúas, esa historia que se viene escribiendo desde hace más de 80 años, y cuyas primeras páginas fueron sus antecesores los encargados de llenar.
En una charla amena con Leonardo, nos manifestaba que la mayor motivación para emprender este proyecto fue la falta de material sobre la historia de Los Charrúas, solo había información básica. Y empezó a tomar forma cuando pudo reunir fotografías de sus antepasados y de las instituciones de la localidad, que con el tiempo fue sumando, además de recortes de diarios y otras fuentes de estudios históricos.
Con gentileza y generosidad, el Profesor Kerbs nos brindó material fotográfico para que pudiésemos compartir con nuestros lectores, y que han ido ilustrando todo el artículo; más allá de que la nota se enfocara en su trabajo de excelencia.
Lo familiar no fue ajeno para la propuesta de este joven docente, que nos mencionaba a su abuelo como un pilar fundamental, que solía relatar historias sobre los lugares más antiguos del pueblo, sus primeros años y su evolución a través del tiempo:
-Sus recuerdos despertaron en mí el deseo de profundizar en la historia del lugar y compartirla- nos decía Leonardo.
En el año 2017, decidió crea la página “Los Charrúas del Recuerdo”, en la mencionada red social. Una denominación que le pareció ideal para así invitar a la comunidad a recordar juntos sus orígenes, sus instituciones, la llegada de inmigrantes, momentos que marcaron su desarrollo. Un proyecto que “comenzó con la intención de preservar la memoria colectiva y celebrar nuestras raíces”, en palabras de Leonardo Kerbs.
La brújula del proyecto fue desde sus inicios brindar información sobre Los Charrúas, un poblado que surgió en la década de 1930, y que como tantos otros de nuestra provincia, estuvo vinculado a la llegada del Ferrocarril. Antes de ese hito -nos explicaba el joven profesor- el área no era más que extensos campos dedicados a la ganadería.
Otro propósito fundamental fue descubrir y preservar la identidad de los lugareños, por medio de relatos, anécdotas, datos. Y con el tiempo, la comunidad acompañó; hoy siguen la página desde adolescentes hasta personas mayores, inclusive aquellos que ya no viven allí, pero que en algún momento su vida estuvo ligada al lugar.
“Por los caminos de acero,
Con leña, trigo o carbón,
Llevó sus trenes cargueros
De uno a otro rincón”.
“Rompió el silbato el aire
Por la campiña entrerriana,
Y saludaban los hombres
Laboriosos de las chacras”.
(Víctor Adolfo Seri, “Coplas para mi abuelo maquinista”).
Expresiones de Leonardo Kerbs:
-Ver las fotografías, reconocer rostros de antaño y revivir la historia de quienes dejaron una huella en el pueblo ha generado admiración y emoción. Esta conexión intergeneracional es prueba del valor de preservar nuestra memoria colectiva y de mantener vivos los relatos que nos definen-.
Felizmente –nos refería Leonardo- este proyecto se concreta un poco más cada día. El entusiasmo de la gente ha ido creciendo, en particular al ver publicadas sus fotos; así han continuado revisando álbumes familiares y conectándose con él.
Y quisimos conocer el objetivo final de esta eximia labor del joven docente:
-El extenso archivo fotográfico se ha convertido en una pieza clave para escribir el libro sobre la historia de Los Charrúas, una obra que está en proceso y que en unos años podría estar lista, más allá de que siempre surgen cosas nuevas que me obligan a revisar y reeditar lo que ya está armado, y así el proyecto se convierte en un trabajo minucioso, casi artesanal. Representa el libro el objetivo final de mi labor y, al mismo tiempo, una forma de honrar mis raíces, dejando un legado tangible para futuras generaciones-.
Todo proceso sabemos que nos hace en algún momento tropezar con determinados obstáculos, por ellos le preguntamos a Leonardo en nuestra charla, y nos contaba que en los primeros años el proyecto no era muy conocido y que la interacción con los vecinos era limitada. Sin embargo, esto lo incentivó a seguir en la búsqueda de material fotográfico y lo llevó a visitar a personas mayores del pueblo. Con imágenes en mano les pedía su ayuda para identificar rostros, lugares, momentos significativos, y así el archivo se enriqueció y la conexión entre generaciones charruenses se fortaleció, lo que derivó en un sentido más profundo aún hacia el proyecto.
Sabemos que este trabajo le genera al joven profesor varias satisfacciones, pero quisimos saber cuál era la máxima satisfacción que le había provocado, a lo que nos respondió que era encontrar personas dispuestas a efectuar aportes para su obra. Ciertamente, actitudes de incalculable valor por parte de los vecinos de la localidad.
Recordemos que se trata de un trabajo ad honorem, que de todos modos Leonardo lo hace con mucha pasión: “Una gran aventura que disfruto plenamente y que me llena de alegría al ver cómo la gente revive momentos de sus vidas a través de una imagen, y se siente feliz al recordar tantos instantes”.
Nos manifestaba Leonardo que siempre estaba atento y en búsqueda constante de nuevo material para avanzar con esta iniciativa que no solo guarda celosamente la historia de Los Charrúas, sino que también conecta a la comunidad con sus raíces y con su pasado.
Cerca del final de nuestra charla, volvió el joven a hablarnos del libro, de contribuir con ese espacio tan significativo que permitiera preservar la historia de su pueblo: “Un sueño que parece cada vez más cercano, especialmente ahora que el municipio local ha recuperado la antigua estación de trenes, con el objetivo de convertirla en un museo histórico regional, un lugar ideal para resguardar y compartir el legado cultural y las historias que he podido recopilar, asegurando que las generaciones futuras puedan conocer y aprender a valorar nuestras raíces”.
Por último, le pedimos a Leonardo que eligiera un tema, uno de tantos que forman parte de la emblemática historia de la localidad, y nos escribió el texto que presentamos a continuación sobre los comienzos de Los Charrúas y la llegada de los inmigrantes:
Los inicios y la llegada de los inmigrantes a la zona constituyen un proceso que marcó profundamente la identidad de nuestro pueblo. Mis propios antepasados también fueron inmigrantes con una larga historia de superación; personas que, buscando un futuro mejor, eligieron esta tierra para echar raíces y progresar. Los Charrúas se destaca por ser un pueblo moldeado por diversas corrientes migratorias. A lo largo de los años llegaron familias de distintas partes del mundo: españoles, italianos, franceses, alemanes del Volga, ucranianos y otras comunidades que, con esfuerzo y perseverancia, contribuyeron al desarrollo de la región. Estas personas trajeron consigo no solo sus tradiciones, sino también su esperanza de construir un mejor porvenir, trabajando la tierra y participando en la vida comunitaria. En los años 30, antes de que el pueblo tomara forma, la zona era prácticamente un paraje desolado. No había nada más que los rieles del ferrocarril, que fue inaugurado en 1934. Las colonias cercanas estaban habitadas por colonos que dedicaban su vida al arduo trabajo agrícola. Cultivaban la tierra con esfuerzo y llevaban sus producciones a la estación de tren, que se convirtió en el punto neurálgico del comercio local.
Este movimiento fue esencial para la economía de la región y marcó los primeros pasos hacia el crecimiento del pueblo. Con el tiempo, surgieron los primeros almacenes de ramos generales, como Casa Arcusin, Casa Lemesoff y la Cooperativa Agrícola General San Martín. Estos negocios fueron fundamentales, no solo para abastecer a los habitantes, sino también como espacios donde la comunidad se reunía y fortalecía sus lazos. De manera paralela, la creación de una escuela fue un hito clave para el desarrollo del pueblo. Este espacio no solo garantizó que los niños aprendieran a leer y escribir, sino que también sentó las bases para formar ciudadanos con valores y mejores oportunidades de vida. La educación, desde sus inicios, se entendió como una herramienta imprescindible para el progreso individual y colectivo. La vida social también tuvo un papel importante en la construcción de la identidad del pueblo. Las fiestas populares, los clubes deportivos y las reuniones comunitarias se convirtieron en lugares de encuentro que promovían el sentido de pertenencia y unión.
En aquellos años, todo se hacía con amor, humildad y una profunda fe, reflejo de la diversidad cultural y religiosa de sus habitantes. Iglesias de diferentes credos y tradiciones convivían en armonía, proporcionando a las familias un espacio espiritual donde podían alimentar su fe y reforzar sus valores. Los inmigrantes que llegaron a Los Charrúas no solo encontraron una tierra para cultivar, sino también un lugar para construir una comunidad sólida basada en el trabajo, la educación y la cooperación. Sus historias son un testimonio vivo de cómo, a pesar de las adversidades, lograron prosperar y sentar las bases de un pueblo que sigue creciendo con orgullo y esperanza. Hablar de sus comienzos no solo es recordar su legado, sino también rendirles homenaje por todo lo que lograron con esfuerzo, determinación y amor por esta tierra que eligieron como su hogar.
Luego de haber dialogado con este joven charruense, de haberlo escuchado y de haber percibido el entusiasmo con que nos dio cada detalle dentro de la diversidad temática que implica la creación y el progreso de un pueblo, la dedicación con que explora, investiga, lee y escribe, la pasión con la que lleva a cabo su proyecto y celebra cada logro, la expresión esperanzadora de sus sueños, el compromiso con su comunidad, concluimos en que la historia de esta ciudad, su cuna, la cuna de tantas personas que fueron dejando allí sus huellas, jamás será descuidada, quedará protegida para siempre en algún espacio destinado para ese fin; del mismo modo que quedará en el corazón de Leonardo Kerbs y de todos los habitantes que con orgullo sabrán custodiarla.
Solo nos queda invitar a nuestros lectores a ingresar en la página “Los Charrúas del Recuerdo”, para que puedan conocer y disfrutar prácticamente de todas las aristas de la comunidad charruense, desde sus orígenes.
Agradecimientos: Al Sr. Leonardo Kerbs, por su amabilidad y predisposición puestas de manifiesto en la entrevista, y en la entrega de material fotográfico; y al Sr. Ariel Mazetto, por su atención y aporte siempre que acudimos a él.
Texto y selección de fotografías: Prof. Nélida Claudina Delfín.
Me encantó la nota!!
Muy buen artículo. Excelente iniciativa del joven Profesor. Rescatar la historia, es conocer la identidad. Felicitaciones…Tesoros tiene en sus manos