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6 de octubre de 2024

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La Clarita, una comunidad que nació con el tren y apostó a su futuro

Un mundo cultural y un paisaje natural que conquistan al visitante

La Clarita  está ubicada sobre la Ruta Provincial N° 23, a 12 km de la Autovía Nacional 14; y a 45 km de la ciudad de Colón, cabecera del departamento Colón al que pertenece, en la Provincia de Entre Ríos.

La bienvenida al visitante, quien descubrirá un lugar de calma, un paisaje supremo, y una historia que cautiva.

Una comunidad que nos deslumbró ni bien ingresamos en ella, que recorrimos, y quisimos conocer su historia, su gente y sus instituciones. Para ello, nos comunicamos con la Profesora María Rosa Eggs, docente de Historia y Formación Ética y Ciudadana, quien con una generosidad enorme nos brindó todo el material con el que pudimos elaborar este artículo.

Vieja casa en estado de abandono, señal de un tiempo que ha pasado y que ha dejado huellas de espacios donde transcurría la vida, y que hoy observamos con miles de incógnitas y conjeturas.

Junto a la estación de trenes

La historia de esta localidad nos remite a principios del siglo XX, al Dr. Francisco Ferreyra, un abogado que procedía de la ciudad de Buenos Aires, con el fin de intervenir en los litigios sucesorios de la familia de Fructuosa Cano de Medina y Faustino Medina, quienes le efectuaron la cesión de derechos de 1280 hectáreas en carácter de pago de sus honorarios. Desarrollaba, además, este profesional actividades ganaderas con base en la Estancia “La Clarita”; y contrataba a personas que residían en un caserío que se había instalado en la zona.

Frente a la estación, una esquina que luce una antigua edificación, que pudo quizás haber sido un almacén o alguna oficina pública.

Fue el Dr. Ferreyra quien realizó ante autoridades provinciales gestiones para la llegada del tren a la región, debido a la necesidad de conexión entre diferentes pueblos, y con los centros urbanos, por un lado. Por otro, recordemos que estábamos en una época en que nuestro país era considerado por países europeos “el granero del mundo”, y les proveía carnes, cereales, lanas, entre otras materias primas; por esto, el ferrocarril se constituiría en un medio fundamental para el traslado de la producción rural. Fue en esta época que se extendió el tendido de líneas férreas en Entre Ríos.

“Un pueblo que no conoce su historia no puede comprender el presente ni construir el porvenir”.
 
(Helmut Kohl)

Una jornada de sol que nos permite detenernos en este espacio tan significativo para la comunidad, pensar un instante en todo el dinamismo de otros tiempos alrededor de la estación y de la llegada del tren.

Ese poblado que había empezado a organizarse en cercanías de la estación de trenes, tomó el nombre del casco de la estancia del Dr. Ferreyra: La Clarita.

A partir de la presencia del ferrocarril, fue la estación el punto de concentración que permitió la vinculación con habitantes de colonias vecinas, hecho fundamental, principalmente por el intercambio de experiencias entre productores agrícolo-ganaderos.

            Ante todo el movimiento que la estación iba gestando, se fueron asentando tiendas, una farmacia, almacenes de ramos generales, acopios de cereales.

“Los trenes volverán, como van y vuelven, los pasajeros,
las cargas y los mensajes…”
 

(Miguel Julio Neira)

Techo a dos aguas, dos galerías, ladrillos a la vista, fiel reflejo de una obra que perdura en el tiempo, cuando se había constituido en un símbolo del progreso de tantos pueblos de nuestra Entre Ríos.

Respecto de la fecha de nacimiento del poblado, Don Francisco Ferreyra adquirió de forma definitiva las 1280 hectáreas, que le habían entregado como parte de pago de sus servicios, en el año 1909; y el tendido de las vías alcanzó su propiedad también en ese año. Por ello hay documentación que consigna ese año como el de la fundación de La Clarita.

Junto al edificio de la estación, exhibición de carruajes y algunas de sus partes, únicos medios de transporte que resolvían la problemática de las distancias entre el campo y el incipiente centro poblacional.

Lo que no se ha podido determinar es si la empresa de capitales británicos responsable de la construcción de la estación exigió la expropiación de tierras a las autoridades gubernamentales, o si el Dr. Francisco Ferreyra donó las 105 hectáreas para la fundación del centro poblacional. Al acudir a personas mayores que residían en la localidad, se concluyó que la segunda opción sería la más probable.

El banco de estación, silencioso testigo de instantes únicos e irrepetibles, vividos en ese espacio de alegrías y pesares.

Museo histórico

Estación del Ferrocarril, el lugar indicado para preservar la historia, la cultura, la biografía de quienes han sido protagonistas en la fundación y crecimiento de este poblado.

Esta entidad surgió en el marco de los proyectos socio-comunitarios que lleva a cabo la Escuela Secundaria N° 12 “Francisco Ferreyra”, cuyo principal objetivo ha sido fomentar el sentido de pertenencia a la localidad.

Elementos de otras épocas que hoy, celosamente protegidos en el Museo, adquieren relevancia en la historia de La Clarita. (Gentileza Profesora María Rosa Eggs).

El proyecto se denominó “Un museo para nuestro pueblo”, y estuvo a cargo del Área de Ciencias Sociales de la institución escolar, en forma conjunta con la Comuna de La Clarita, quien decidió ubicarlo en el antiguo edificio de la Estación del Ferrocarril, ya que allí se habían escrito las primeras páginas de la historia local.

-Todos los proyectos que surgen desde la Escuela se piensan teniendo en cuenta  su trascendencia hacia la comunidad, así, de esta manera Institución Educativa, Comuna y Sociedad están en permanente interacción, trabajando en red para brindar posibilidades a los estudiantes y ofreciendo alternativas y servicios  a la comunidad -nos manifestaba la Profesora María Rosa Eggs.

Palabras que definen este espacio que custodia los bienes que vieron nacer y hacer grande a La Clarita.

El museo fue inaugurado el 11 de abril de 2015, y en él desempeñan tareas de organización de las salas, campañas para que los habitantes presten elementos antiguos, confección de fichas de los objetos, inventario, limpieza, alumnos del Ciclo Orientado de la Escuela N° 12.

Museo Histórico. Visita guiada de estudiantes del Ciclo Orientado a alumnos de la Escuela Primaria de la localidad. (Gentileza Profesora Eggs).

Esparcimiento y recreación

Frente al predio de la estación, el Parque Infantil “María Inés Brossard”, un nombre que reconoce el enorme compromiso con que esta docente concretó la noble misión de enseñar.

“Hablar de las instituciones es hablar de personas que se preocuparon y ocuparon…”

Observamos en las palabras de la Profesora Eggs un gran reconocimiento hacia quienes se comprometieron y dedicaron su tiempo para gestionar y construir los cimientos de las instituciones de ese pueblo que no detenía su crecimiento.

Las escuelas de La Clarita

La Escuela N° 19 “9 de Julio”, de nivel primario, dio comienzo a sus actividades en el año 1919, en el galpón de la Familia Deymonnaz. Fue su primera maestra Elvira Bergara. Nueve años más tarde fue construido un edificio, pequeño, con pocas aulas, donde la escuela funcionó hasta la década del 50.

            Hacia 1954, se gestionó la construcción de un nuevo edificio, que resultó más amplio y confortable. Constituyó esto un gran logro para la comunidad.

Edificio escolar actual que recibe a los niños de la Escuela Primaria N° 19, y adolescentes de la Escuela Secundaria N° 12. (Gentileza Profesora María Rosa Eggs).

La Escuela Secundaria N° 12 “Francisco Ferreyra” fue creada en el año 2000, a partir de la gestión efectuada por autoridades de la Junta de Gobierno de la localidad. Fue fundamental su creación, ya que los jóvenes pueden a partir de ahí cursar sus estudios secundarios en su comunidad, sin tener que mudarse a centros urbanos, con todo lo que ello implica, el temprano desarraigo familiar, los costos que se deben afrontar por traslado y permanencia, etc.

            La formación que brinda a sus estudiantes corresponde a la Orientación en Ciencias Sociales y Humanidades.

“Las naciones marchan hacia su grandeza al mismo paso que avanza su educación”.
 
(Simón Bolívar)

Capilla Santa Teresita

Por iniciativa del Sr. Juan Francisco Forclaz, en 1934 se conformó una comisión para recaudar fondos para la construcción de un edificio religioso. Y el 16 de septiembre de 1938, se colocó la Piedra Fundamental. En 1942 la obra fue finalizada, con la colaboración de todos los vecinos.

La Iglesia, junto a la imagen de Santa Teresita, un homenaje del pueblo claritense a su Santa Patrona en el Centenario de su fallecimiento, año 1997.

Cabe destacar que la familia de Emilio Deymonnaz había ofrecido un galpón de chapas de zinc para que se armara un altar y se celebraran allí las primeras misas. Los sacerdotes, en esos años, venían solo para celebraciones importantes, como la fiesta patronal, o para los sacramentos.

La Cruz, el Santísimo Sacramento, las imágenes sagradas, el altar, conforman el bendecido espacio de oración, reflexión y celebración, en el interior del Templo. (Gentileza Profesora Eggs).

La Clarita hoy, las actividades productivas

Cuenta actualmente la localidad con 650 habitantes, según datos que expide el último Censo Nacional.

Las actividades productivas se centran en la agricultura y ganadería. Entre los cereales que se siembran en campos claritenses, descubrimos arroz, maíz, soja, trigo.

No olvidemos que los productores han tenido siempre que sobreponerse a inclemencias del tiempo, un tiempo que se ha vuelto irregular, algunas veces mucha lluvia, otras sequía, granizo en algunos casos, todo lo cual ha sido perjudicial para la cosecha. De todos modos, han sabido luchar con tenacidad contra situaciones adversas y salir adelante.

Para estos aspectos de la labor agrícola, acudimos al Sr. Marcelo Joannas, de la Empresa CRISMAR, quien amablemente nos otorgó información al respecto. Nos explicaba la necesidad de rotar los cereales que se van a sembrar, por las enfermedades, y por los herbicidas que van variando, de forma tal que el pasto no se haga resistente. Otro inconveniente que afrontan -nos decía Marcelo- es la presencia de mosquitos, para lo cual se emplean guantes y máscaras; y se están buscando productos ecológicos, para evitar dañar el medio ambiente, como algunos insecticidas y cura-semillas.

Más allá de los obstáculos -reflexionaba este empresario de la zona- seguirá apostando al campo, las semillas que hoy siembran determinarán el fruto de la cosecha de días posteriores.

Cultivo de arroz, actividad productiva en torno a la cual gira la economía de varios departamentos del norte y centro de la provincia de Entre Ríos.

La ganadería cuenta con bovinos, ovinos, porcinos y equinos. También pudimos observar establecimientos que se dedican a la producción avícola.

Incorporamos imágenes que nos permitirán apreciar, además del paisaje rural, los cambios que se han ido generando a partir de la tecnificación agropecuaria, que generosamente nos brindó la Sra. María Verónica Mendieta.

Cultivo de maíz, factor estratégico que incluye diferentes regiones de nuestro país, también entre las actividades productivas entrerrianas.

“Siempre vi en la tierra y el trabajo las fuentes de riqueza, prosperidad y felicidad del pueblo”.
 
(Manuel Belgrano)

Moledora de maíz, a través de un sistema de discos, tritura los granos de maíz.
La tecnificación agraria permite optimizar los cultivos gracias a maquinarias y recursos que surgen a partir de los avances tecnológicos. En este caso, trilla de arroz fino. (Gentileza Establecimiento Crismar).
Rastro-nivelador, rompe cascotes para luego emparejar la tierra que había sido utilizada antes. (Gentileza Establecimiento Crismar).
Sembradora con fertilización variable, con siembra neumática, es decir, que permite utilizar semillas sin graduar.
(Gentileza Establecimiento Crismar).
Galpones, silos, maquinarias, que componen la estructura de un establecimiento que se dedica a la agricultura.

El campo en su inmensidad

Al igual que tantos sitios recorridos de nuestra provincia, La Clarita también nos deslumbró con la belleza, fragancia y serenidad de su paisaje, ante el que permanecimos maravillados.

Cuello y patas largas, cabeza más bien pequeña, orejas grandes; pelaje áspero; color que varía desde el blanco al marrón rojizo y negro, características de la llama, un animal que nos sorprendió con su presencia en la zona.
La mansedumbre del ganado en una tarde apacible de agosto, cuando todo es equilibrio y quietud.
Pavo real, ejemplar macho en este caso, por el azul de cabeza y cuello, y cola con tonalidades diversas. Hay quienes definen su alimentación como “omnívora y oportunista”. Suelen ser destructivos de cultivos de cereales.

Una obra que nos invita a conocer la Historia de la Clarita

Una obra significativa para la localidad que, a través de una minuciosa recopilación histórica, anécdotas y fotografías, nos permite conocer la historia de La Clarita. De ella procede la información que la Profesora Eggs nos brindó cuando hicimos referencia a la fundación de La Clarita.

Para finalizar…

            La Clarita, un paisaje apacible, de coloridas facetas, de pintorescos espacios, donde la obra de hombres y mujeres que allí habitan sobresale, sorprende, y alcanzamos a través de ella a conocerlos, a valorarlos, a entender que, a partir de todo su trabajo, esfuerzo y compromiso, la localidad día a día se hace grande; con metas y convicciones claras, que no permiten que se aquiete, al contrario, la elevan, la sostienen, y la muestran con orgullo.

Agradecimientos

A la Profesora María Rosa Eggs, por su predisposición y gentileza al compartir tanta historia, que nos ha resultado sumamente útil para la elaboración de este artículo; a la Sra. María Verónica Mendieta, quien nos entregó material informativo y fotográfico sobre lo inherente a las actividades agropecuarias descriptas en el texto; y al Sr. Marcelo Joannas, por compartir experiencias relacionadas con su tarea agrícola.

Texto y fotografías: Prof. Nélida Claudina Delfin.