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21 de noviembre de 2024

revistaalmas.com

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Tres pasos con tips para cultivar hermosas plantas de morrón en pequeños espacios.

Experiencias personales. Las plantas de morrón nacen en cualquier sitio durante todo el año y con mucha facilidad. Pero dependiendo del clima, el abono y el espacio pueden tener más o menos frutos, o más o menos plagas. Se pueden plantar en una latita pequeña, en una maceta mediana o grande y en el suelo. En cada uno de los pasos que les detallo a continuación, de la experiencia personal que tuve, voy a describir algunos experimentos y los resultados que quiero compartir con quienes quieran tener algunas plantas de morrón en su casa pequeña o departamento. Los requerimientos son muy similares a los del tomate (ver en otro artículo de esta misma publicación) Todas las fotos son de los morrones que fueron naciendo de todas las formas expuestas anteriormente.

Cómo elegir las semillas de morrón para plantar

Para que la planta dé buenos frutos es necesario partir bien, desde la selección de las semillas.

PRIMER PASO :

Selección: Por recomendación de páginas especializadas, la primera vez compré morrones maduros y de allí saqué las semillas. Después cuando nacieron los míos, seleccioné los maduros y les quité las semillas como muestra la imagen. Las que no usé, una vez secas, las guardé en una bolsita bien cerrada. Tanto las semillas que planté de inmediato, como las que dejé secar y planté posteriormente, nacieron por igual.

De los morrones maduros se extraen las semillas que se plantan directamente
o se guardan secas en bolsitas.

Preparación del suelo: Una de las experiencias que hice fue plantar semillas en diferentes macetas Nº12, una con tierra compostada y con abono de gallinero (guano), otra en tierra compostada mezclada con arena, y la última en tierra sin compostar. Las que nacieron más rápido fueron las semillas que estaban en la tierra compostada mezclada con un poco de arena.  También puse hojas secas picadas en la base.  Generalmente las junto en otoño y guardo alguna bolsa que uso periódicamente para mezclar con la tierra, porque me ha resultado excelente como abono tanto para el suelo como para las macetas.

Cómo preparar la tierra para los plantines de morrón

SEGUNDO PASO

Preparación del suelo: hay que preparar la tierra ya sea en maceta o sobre el suelo. Me ha sucedido que tenía unas plantas hermosas, llena de frutos y en cuestión de horas, casi repentinamente, se pusieron tristes y murieron. 

En las imágenes se puede observar la planta llena de frutos y luego, en la última imagen, sus hojas aparecen estresadas. Es el efecto del hongo.

Encontré que el efecto es causado por un hongo ((Phytophthora capsici) y que regando con un poco de hidróxido de cobre se previene ( se compra en cualquier semillería o vivero, como no tiene vencimiento puede durarnos años). No es un producto tóxico y se puede usar durante el crecimiento regando cada 10 o 15 días de forma moderada. Esto hice y, hasta ahora, me ha dado muy buen resultado. Por eso, ya cuando pongo el plantín en la maceta o en el suelo, riego antes de plantar con este producto (se disuelve una cucharadita de café en un litro de agua). También este mismo producto sirve para lavar las hojas cuando aparece algún insecto.

Por otra parte, debemos preparar el compost con bastante anticipación. Particularmente uso cáscaras de frutas, restos de verdura y cáscaras de huevo; y también algo de restos de yerba mate, café o té sin aditivos, todo unido con tierra. Si pican bien todo antes de mezclarlo, el compost se hace mucho más rápido. En el caso de que no tengan compost pueden conseguir abono vacuno o guano. Si no tienen la oportunidad de poner perlitas en el sustrato para que quede aireada la tierra, pueden poner raíces, pasto u hojas, todo bien seco, también son excelentes como abono una vez que se descomponen en la tierra.

Cómo cuidar la planta de morrón

El lugar: Si bien plantar en el suelo tiene sus beneficios porque la planta crece más grande y da más frutos, en macetas también crecen muy bien. La ventaja de las macetas es que se conserva más la humedad y, por lo tanto, si nos olvidamos unos días del riego, esta no muere, sobre todo si arriba le ponemos un acolchadito de hojas.  En mi experiencia, las plantas del suelo han crecido más y han dado frutos grandes (como se observa en la foto) pero en macetas de 3 y 5 litros también han dado buena producción y de tamaño normal. En macetas chicas, por lo general da menos y el morrón es más pequeño. Y he probado hasta en latitas. Nacen, crecen poco, pero terminan madurando. Lo ideal es dejarlas en macetas pequeñitas hasta conseguir un recipiente más grande para trasplantarlas. El movimiento de un lugar a otro generalmente, en mi experiencia, si se hace con cuidado, no afecta a la planta. Crecen muy bien también en latas de pintura recicladas.

En una pequeña latita (el amarillo madurando), en una vieja lata de pintura, en una maceta o en el suelo, crecen los morrones.

El abono periódico: El abono casero que me ha resultado ideal para su mantenimiento es el resto té o yerba mate sin ningún agregado (es decir, sin edulcorante y sin azúcar) y el café.  Se va mezclando en forma periódica con la tierra en la parte superficial y en cada riego la planta recibe nitrógeno, calcio, potasio, fósforo y magnesio, siempre moderadamente (menos que más). El abono periódico, el riego moderado y la temperatura adecuada es el mejor cuidado para tener morrones grandes y lindos.

Abonar la planta periódicamente hace que dé frutos grandes y resistentes.

La influencia del clima: Durante el invierno debe permanecer la planta en un lugar protegido del frío pero que reciba luz del sol, generalmente no florece en pleno invierno, pero no hay que dejar de plantar porque con la llegada de aire un poco más cálido, pronto florecen y empiezan a dar frutos. En los países del sur podemos tener morrones desde septiembre hasta mayo. En otoño y primavera el aire libre es su mejor lugar. En verano hay que evitar el sol muy fuerte, sobre todo en balcones y terrazas, porque las plantas se queman con el efecto del calor y el cemento.

Durante la primavera y el otoño, el mejor lugar es el aire libre y el sol. En verano necesita algo de alivio a la sombra.

Control de plagas: Para el control de las plagas, ya hablé sobre el hidróxido de cobre, pero también se puede controlar lavando las hojas de la planta periódicamente con jabón potásico que se compra en cualquier vivero. El control de diferentes insectos perjudiciales debe hacerse más estricto entre fines de noviembre y hasta febrero. Para caracoles se puede esparcir ceniza (pero no debe ser de asado porque tiene restos de grasa y eso le haría daño a la planta); también cáscara de huevo molida. En cualquiera de los dos casos sirven además para abonar el suelo. Aunque existen cebos para eliminarlos que venden en cualquier supermercado o vivero, y no son tóxicos para las plantas, los productos naturales son un recurso cuando no tenemos la oportunidad de poder comprar plaguicidas.

El hidróxido de cobre (imagen izquierda) y el jabón potásico (imagen derecha) son muy eficaces para prevenir plagas.

Maduración: Aunque se pueden cosechar verdes para consumo, una vez que crecieron completamente y quedan en la planta, maduran en unos 15 o 20 días, dependiendo del clima. Primero empieza a aparecer un color bordó oscuro, después se aclara y finalmente, el rojo vibrante en todo el fruto es señal de que está bien maduro. O amarillo, dependiendo de la variedad.

Otro consejo es que las plantas, desde pequeñas, tengan un tutor aunque esté en una maceta, porque cuando empiezan a dar frutos el peso las hace inclinar mucho.

Si tienes alguna consulta o duda puedes dejar tu comentario al final del artículo.

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