HISTORIAS DE PASIONES
-Julio, ¿cómo empieza esta pasión por el Citroën?
La pasión nace en mi adolescencia cuando empecé a trabajar con la marca, primero como ayudante de mecánico y luego fue aumentando cuando pude adquirir un Citroën y usarlo. Al armarlo, conocerlo, me fui dando cuenta de que era un auto totalmente distinto a los demás, un auto que era muy especial. No era para cualquier conductor y no era para cualquier mecánico. Al ser un auto especial, un auto casi personalizado creo que eso lleva a afianzarse y a apasionarse con el vehículo.
¿Cuándo nace el desafío de restaurar un vehículo?
Después de conocerlo bien nace el desafío, la idea de armar uno, prepararlo, analizarlo por completo. Ya en la edad adulta, valoré mucho su ingeniería, su diseño y, realmente, era un auto muy evolucionado para la época y me afiancé de tal manera con la marca que, sin quitarle valor a las demás, diría que es el auto que más me cautivó para tenerlo, trabajarlo y compartir una vida, podríamos decir, entre humano y fierro.
¿Cómo llega a sus manos este auto que vemos hoy totalmente restaurado a original?
El auto que tengo armado en estado original, sobre el que trabajé muchísimo para lograrlo, hasta el mínimo detalle, lo compré por medio de un amigo. Es un Citroën 3CV que vino en muy buenas condiciones, con muchos faltantes de cosas originales pero estructuralmente el auto estaba muy sano y muy bien conservado. Aunque se necesitó trabajar mucho, para recuperar piezas que ya no tenía, para que quede en el estado que está hoy.
La restauración completa del Citroën 3CV
La parte delantera y el motor (Ver videos)
Estos paragolpes son totalmente nuevos y fueron cromados como los de la línea original, porque los que trajo el auto tenían solamente la parte inferior (ver video) y estaban destruidos. Los guardabarros, los barrales, el capot, las varillas, toda la estructura principal fue hecha igual al auto original. Lo que se tuvo que conseguir fueron las ópticas de una marca líder, que están quedando pocas en el mercado, y todo lo que es acrílico, desgastado por el tiempo, se fue colocando nuevo. Lo que dio trabajo conseguir fueron detalles embellecedores del auto como la goma que hace de resorte en el movimiento del barral. Todo lo que ven en el motor es de fábrica, como las chapas, la rejilla, el ventilador. Lo que hice imprimir fue el escrito en las tapas (Ver video) que con el tiempo se deteriora, sobre todo se van perdiendo cuando se hacen los services. Una persona en Bs. As. fabrica los carteles con las mismas indicaciones que aparecían en la época. La instalación eléctrica fue hecha por un proveedor que las fabrica originales, luego fue reforzada con soldaduras en las uniones de las fichas, terminaciones de cables, y fueron ubicadas en el mismo sentido que venían. Se trabajó mucho para conseguir, por ejemplo, estos anillitos (ver videos) que van en la carrocería que protegen la manguera y la varilla. Este auto tiene todas las gomitas como traía de fábrica, con todas sus protecciones, igual que el zorrinito de lavado con funcionamiento original.
Se consiguió el gato de un auto en desuso y la llave de rueda del Citroën 3cv. La posición de la rueda de auxilio es así (como se observa en el video). Traía el armazón que sostiene la rueda y todo fue arenado y pintado al horno de negro brillante que es el color original del auto. Y se dejó mantener el ploteado que protegía de la batería, y en un guardabarro fue imitado el ploteado original. Hay muchos detalles que son exactos a los de la época.
La restauración del habitáculo
El interior del auto, de la misma manera que sobre el vano del motor, se fue haciendo todo con repuestos originales. Por ejemplo, la cerradura de la puerta es de un auto que estaba en desuso. El accesorio de la ventanilla no corresponde a este modelo, para ser sincero, es del 2CV ’66 que traía cromado (en el 3CV era negro), y yo por una cuestión de imagen coloqué este, pero el funcionamiento de la apertura del vidrio es igual. Todos los tiradores y tapizados de puerta fueron hechos exactamente originales. Los burletes también son nuevos. Se consiguió para su interior toda la tapicería original, que no la tenía el auto. Además se colocó la radio, la instalación y la antena completamente como vino de fábrica, funcionando perfectamente. Tiene los parasoles originales restaurados a pesar de que estaban en un estado de deterioro, porque los que venían para reposición eran de plástico y puestos quedaban muy feos. Los que vinieron con el auto están hechos con una cuerina y adentro tienen una goma espuma.
El espejo, la capota y el volante son originales, al igual que el tablero donde todo funciona perfectamente: velocímetro, marcador de combustible, alternador e indicador de kilometraje y velocidad del vehículo. Toda la tapicería de la guantera es nueva como los dos protectores de visagra. La perilla que maneja la altura de las luces obedece perfectamente y los comandos de calefacción son todos originales con su ceba corresponiente. Lo que se tuvo que agregar por reglamento, sobre todo para los viajes fueron los apoyacabezas y los cinturones de seguridad. Las puertas tienen el limitador de apertura de puertas con su perno correspondiente. El asiento trasero mantiene su estado original. Toda la protección de carrocería del techo por adentro es de una tela de pana que así venía de fábrica, es una réplica del original y está pegado como corresponde en todas sus líneas.
Restauración de la parte trasera del auto
Costó mucho conseguir la palabra Prestige que hace referencia a la línea y la sigla 3cv que hace referencia al modelo. Costó ubicarlas en sus posiciones, muchos no lo tenían presente y se concluyó que iba a la izquierda Prestige y a la derecha 3cv, a pesar de que es probable que se vea colocado en otras posiciones. Conseguimos también hasta la publicidad de la concesionaria que vendía los autos originales en esa época, en los ’70. Los faros traseros son réplicas, es lo que se consigue en el mercado, porque obviamente el original no existe más. La cerradura trasera funciona y traba como debe ser con su llave respectiva.
También se colocó la traba de apertura con sus gomitas originales, el burlete y el cierre de finalización de puerta trasera. El tapizado de atrás hasta adelante, de pana, que reviste todo el coche. Así como lo ven venía de fábrica. El portapaquetes se rebate y el asiento está en su anclaje original que era muy sencillo: Quedaba trabado y al destrabarlo se podía llevar hacia adelante dejando más espacio en su interior para distintos usos como traslado de mercadería. La alfombra se agrega para proteger el estado del chasis que siempre estuvo en muy buen estado.
Cómo se obtiene el color original
Se buscó el color original y en esa búsqueda se conoció que ese color estaba en los coches de la empresa Entel de aquellos años. Se consiguió una imitación en miniatura y desde allí se trabajó para obtener el tono lo más preciso posible.
Restauración de la suspensión y los frenos
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La suspensión mantiene todo original, a excepción de la punta homocinética que se adaptó una de Fiat Uno porque las que viene como repuesto de imitación del original no son tan duraderas, entonces no resistiría los viajes tan largos que hacemos con los encuentros. Después, el circuito de freno, y el circuito de combustible es todo como venía de fábrica, igual que los brazos de suspensión y la dirección.
El sistema de caño de escape se mantiene original en diámetro y extensión, igual que los amortiguadores y la plaqueta de amortiguadores. La suspensión trasera también mantiene todo original ubicado como corresponde: su brazo, su sistema de freno con la tuerca central y la cañería.
¿Fueron muchas horas de trabajo y de tiempo para conseguir los repuestos?
Llevó bastante trabajo dejarlo original, sobre todo con el tema de la pintura, la artesanía del chapista y del pintor. También se necesitó conseguir accesorios importantes. Si se encontraba un accesorio, pero estaba muy deteriorado, había que seguir buscando. Y de lo que se encontraba, había que trabajarlo prácticamente de manera artesanal para recuperarlo y darle una buena pintura para que quede de manera similar al original. Los repuestos son todos recuperados pero originales excepto los acrílicos que son materiales que no se pueden recuperar porque, al ser acrílicos se desintegran, se resecan o se quiebran. Entonces hay que recurrir al mercado de reposición donde hay piezas similares. Después, lo demás se pudo conseguir todo y trabajar. En sí, no me encontré con algo que sea muy difícil de restaurar. Pero, por ejemplo, si encontráramos un coche que tiene muchas partes arruinadas, destruidas, sí daría mucho trabajo restaurarlo, como el chasis, el piso o dejar la cuerina de los asientos como venía con la postura original. No me tocó a mí pero sé que se dificultaría mucho.
¿Tiene algunas anécdotas en el camino de conseguir repuestos?
Conseguir cada repuesto tiene una historia detrás. Se los cotiza muy bien. Uno a veces dice, es un simple hierrito, un simple plástico pero la gente que lo tiene sabe que vale mucho, porque sabe cuál va a ser el fin. Y sí, tengo una anécdota. Cuando yo buscaba la radio original se conseguían todas las que no funcionaban, radios para arreglar. Los técnicos ya hoy no están, lamentablemente, los que eran expertos en ese tipo de radios. Aunque parezca mentira, la electrónica y los nuevos técnicos de ahora no quieren perder el tiempo con eso. Un día consigo una a cambio de un cordero, alguien tenía una radio en un campo que teóricamente funcionaba. Yo tenía que pagar un cordero, si la radio funcionaba yo tenía que asarlo al cordero y si no funcionaba lo asaba otro. Por suerte lo tuve que asar al cordero.
¿Cuál es el valor total del Citroën restaurado a original?
El valor del vehículo, si hablamos económicamente, es algo costoso. En el caso mío fueron aproximadamente 4500 dólares que se gastó en total, para armar todo el vehículo, todo totalmente. Se invirtió en preparación de piezas, arenado, fondo, matices, pintura, conseguir toda la motorización con respuestos originales lleva mucha inversión de dinero. Después está el otro costo, el costo sentimental. Eso es impagable. Creo que, en mi caso, no hay nada que pague la satisfacción de tener este auto, no hay dinero que pueda pagar el placer de disfrutarlo parado en mi garaje, lo disfruto el doble cuando lo viajo, esas cosas no tienen precio. El valor económico es por una cuestión de mercado y solo lo saben aquellos que entienden el idioma sobre el tema, como los coleccionistas.
¿Cómo surge la agrupación CITRONEROS y esta idea de compartir viajes y encuentros?
La idea de la agrupación surge por un grupo de amigos que nos conectamos por medio de redes, ya sea para la compra y venta de repuestos o para sugerir dónde conseguirlos o para contarnos anécdotas. Un día, a alguien se le ocurre hacer este tour, recorrer caminos. Esto también nace con la idea de un escritor conocido, amigo nuestro, que hacía recorridos a caballo por los campos en Entre Ríos de donde sacaba anécdotas, historias y también era propietario de un Citroën y se le ocurre darnos la idea de hacer un Citroencuentro. Así empezamos a recorrer la provincia y se fue sumando gente. Cuando nos dimos cuenta, teníamos un grupo bastante importante armado.
¿Crees en esto de que cuando uno desea tanto algo, de alguna manera todo se va dando para que se produzca?
Cuando empiezan las luchas para lograr algo, sea una profesión, una carrera, un hobby, en el caso mío el hobby era armar este auto y dejarlo original, creo que se van dando coordenadas, o se encuentran los astros, o hay algo en el cosmos que te lleva, te abre caminos. Entonces, se te van ocurriendo ideas de cómo llegar a conseguir las cosas, aparecen las ganas de trabajar, se termina el cansancio. Creo que es una fuerza inspiradora, como a veces les sucede a los músicos, que sin saber cómo le sale una canción; bueno, yo a veces parecía que sin saber cómo, sacaba ideas, ocurrencias que facilitaban el camino para lograr el proyecto del armado del auto original, para el armado perfecto como yo quería. Y creo haberlo logrado.
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