Dice Olga Castanyer Mayer-Spiess en su libro LA ASERTIVIDAD, EXPRESION DE UNA SANA AUTOESTIMA “El que una interacción nos resulte satisfactoria depende de que nos sintamos valorados y respetados, y esto, a su vez, no depende tanto del otro, sino de que poseamos una serie de habilidades en la comunicación para responder correctamente y una serie de convicciones o esquemas mentales que nos hagan sentirnos bien con nosotros mismos”.
La comunicación no solo es la que nos permite expresarnos bien, sino también es aquella que permite comunicar lo que pensamos, sentimos y deseamos sin temor alguno.
“Las personas que tienen la suerte de poseer estas habilidades son las llamadas personas asertivas. Aquellas, explica la psicóloga Castanyer, que presentan algún problema en su forma de relacionarse, tienen una falta de asertividad. Esto último se puede entender de dos formas: poco asertivas son las personas consideradas tímidas, prestas a sentirse pisadas y no respetadas, pero también lo son los que se sitúan en el polo opuesto: la persona agresiva, que pisa a los demás y no tiene en cuenta las necesidades del otro”.
Carlos Giesenow, quien no solo ha estudiado el tema a través de varios especialistas, sino que además, profesionalmente ha trabajado con deportistas de alto rendimiento de selecciones nacionales, profesionales y amateurs, en su libro “Psicología de los equipos deportivos” dice que,” La asertividad permite a la persona relacionarse efectivamente con otros y lograr un mejor desempeño, al poder alcanzar un equilibrio entre la adaptación al medio externo y el respeto por las propias necesidades. Se dice que una persona es socialmente habilidosa cuando tiene la capacidad para, sin sentirse mal ni culpable:
– Decir “no”.
– Pedir favores y hacer peticiones.
– Expresar sus sentimientos tanto positivos como negativos.
– Iniciar, continuar y terminar conversaciones.
¿Cuáles son las causas de la falta de asertividad?
Agrega Giesenow que, una persona puede no ser asertiva por una variedad de motivos:
– Miedo a las consecuencias: a la desaprobación social, al enojo de otros, temor a castigos, a que los demás piensen mal de uno, a salir lastimado o a lastimar a otros;
– Falta de confianza: en su capacidad para hacerse entender, por sentir que todavía no se ganó un lugar en el grupo para que su opinión sea valorada, o por sentirse intimidado por sus compañeros o figuras de autoridad;
– Falta de habilidad o de conciencia sobre el problema: no tuvo oportunidad para aprender a ser asertivo; o nunca le enseñaron que tiene derecho a opinar.
– Simple timidez: necesita tiempo para superarla.
Dos ideas irracionales, entre otras, que conducen a la no asertividad
Las encontramos en el libro de Olga Castanyer:
1-Es necesario obtener la aprobación y el cariño de todas las personas relevantes para mí Comportamientos típicos en este caso:
– No expresar opiniones y deseos personales
– Evitar conflictos aunque otras personas violen sus derechos
– Gastar mucha energía para lograr la aprobación de otros
– Refrenar sentimientos (positivos y/o negativos)
2- Hay que ser totalmente competente en todo lo que se emprenda y no permitirse el más mínimo error (Las personas no asertivas suelen tener esta idea también fuertemente arraigada. Se podría resumir como “perfeccionismo”). Comportamientos típicos:
– Excesiva ansiedad en las situaciones en las que deben “dar la talla”
– Conducta callada, aparentemente pasiva, cerrada, por preferir ésta a “meter la pata”.
Cuando no se habla a tiempo
Carlos Giesenow observó que en los planteles los jugadores más jóvenes, por ejemplo, generalmente no opinan en las reuniones grupales por una mezcla de los motivos expresados más arriba.
Agrega que algunos deportistas también han sido enseñados a fingir honestidad ya que se les inculca que deben cooperar y concordar con el entrenador en todo momento. Erróneamente creen que este acuerdo es necesario para ganarse la aprobación del entrenador. Pueden desear hablar sobre cuestiones problemáticas, pero inhibirse para ser bien vistos por el líder. Aquí es donde se debe prestar debida atención porque quizá puedan callar inquietudes importantes en reuniones grupales, pero luego expresan su descontento en los momentos decisivos donde puede terminar perjudicando a todo el equipo.
En próximos artículos :
-Técnicas para ser más asertivos
-Cuando el fútbol deja de ser un juego para los niños.
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