“El Entrerriano”, seguramente así lo identificaban en lejanas tierras australianas a José Ramírez, poeta y recitador nacido en Nogoyá, que alguna vez debió irse, pero que dejó en su lugar una partecita de su alma; y podemos los lectores reconocerlo cuando apreciamos su obra cargada de recuerdos de tiempos y espacios amados, añorados, que hallamos siempre en sus versos y en su prosa.
Literatura y realidad en la obra de José Ramírez
Estamos ante la presencia de un poeta realista, que describe circunstancias y personas muy caras a sus sentimientos, y que no descuida su condición de emigrante, de ahí el título de su libro más conocido “Un largo grito de desarraigo”. Rinde homenaje a innumerables personas, de su pequeño mundo infantil, como lo fueron sus padres y hermanos, y sus maestras; de sus días en Australia, de latinoamericanos que allá se instalaron; y a quienes han sido protagonistas de la historia de nuestro país, de la cultura, de la música.
Disfrutamos de algunas de sus poesías
“Yo me quedé en mi pueblo…”, primer verso de un emotivo poema que tituló “Mi Pueblo Entrerriano”, para manifestar esa sensación de haberse ido y haber permanecido, como si en la maleta hubiese guardado un montoncito de tierra pueblerina, un soplo de aire entrerriano, mágicos instantes, sagrados recuerdos, y entrañablemente, el amor de sus seres queridos, y el sueño de amor por una niña que amó en silencio.
Mi pueblo entrerriano
Yo me quedé en mi pueblo
En el aire de Entre Ríos
En ese pago tan mío
Como el suyo lo es de usted.
Ese Hernández que soñé
En otros pagos lejanos
El de mis padres y hermanos
… y de amigos que dejé.
En tierra de mi niñez
… donde soñé el primer beso
Y una niña tan lejana
… solo en silencio la amé.
¿Sabrá ella alguna vez
Que fue parte de mis sueños?
¿Halló el amor en su dueño
O amor es solo una fe?
Es el mismo que anhela usted
O cualquier hijo de vecino
El que nos empuja al camino
El que nos pone de pie
Y nos levanta otra vez
Porque amor es esperanza.
El que duele como lanza
Clavada en el corazón
El que no entiende razón
Ni normas, ni directrices
Yo llevo mil cicatrices
… y vuelvo a amar otra vez.
Yo me quedé… ya lo sé
En el aire de Entre Ríos
Pienso… sueño… desvarío
Me llaman de la niñez, los recuerdos del pasado.
¡Yo nunca te he abandonado
Mi humilde pago querido,
Quien lo diga te ha mentido
… pues conmigo te llevé!
“El álbum olvidado”, viejas fotografías que lo llevan a reflexionar sobre los movimientos migratorios, que han sido parte fundamental de nuestra historia; antes, por la llegada de inmigrantes al país; hoy, por la partida de argentinos al exterior. En un principio, el poeta es empático con aquellos que debieron irse; pero él mismo también se fue, por lo que entendemos que sabe muy bien de qué se trata esa rara sensación de estar y no estar, de un alma que se divide, que melancólica se torna, permanentemente.
EL ÁLBUM OLVIDADO
(o pensando en nuestros hijos)
Ayer mirando fotos
De un álbum olvidado
… recuerdos del pasado
Que mi madre guardó.
La vi cuando era niña
En brazos de un abuelo
…aquel hombre extranjero
Tan rubio como un sol.
Prendida de su brazo
Está una abuela “crioya”
… aquella raza india
Que su sangre cruzó
Cuando hace muchos años
Llegaron a mi tierra
Huyendo de una guerra
Que a Europa destrozó.
Y en ese mismo instante
Pensé en los emigrantes
Que vagan por el mundo
Dejando todo… todo
… luchando por los suyos,
Soñando por sus hijos
Con un mundo mejor.
… No me duele la nostalgia
No sé si usted me comprende
… me he forjado en esta tierra
Y la aprendí a querer
Pero sentí la pena
… de aquellos que dejaron
Amor, Patria y hogar.
Por eso… por mis padres
Abuelos… mis hermanos
Por todas las familias,
… por todo el que emigró
Les dejo como un rezo
El canto de esta noche
… será como el reproche
¡que un álbum me dejó!
“La novia del Paraná”, un homenaje que Ramírez rinde a la eximia artista chamamecera, Ramona Galarza, durante su presentación en Australia. Con imágenes sensoriales diversas la describe el poeta, resaltando las virtudes de su “canto inmortal”. Desfilan en el poema el intenso verdor del paisaje correntino, el arrullo de las aves, la estampa de la Virgen María, la fe en Dios, los sollozos de un niño, los héroes de su provincia con acciones destacadas en luchas por la independencia de la patria, presencias todas en la música de la reconocida cantante correntina.
“Esperanza de pescadores”, una poesía realista que caracteriza a los pescadores, al igual que tantos poetas entrerrianos, porque la presencia del río en la provincia conduce, indefectiblemente, a plasmarlo en las diferentes manifestaciones artísticas, y con esa enorme masa de agua, a quienes son protagonistas de sus riberas, los pescadores, que con su esfuerzo constante, sin sucumbir ante ningún obstáculo, a pesar de que varios surgen, en particular los vinculados con las condiciones del tiempo, van en busca permanente de ese sustento cotidiano, sin perder jamás la esperanza, con la valentía y el ímpetu como emblemas, que son necesariamente requeridos para poder volver al hogar y hacer que los niños recuperen la alegría. Un poema que responde a la convicción de José Ramírez de no permanecer callado ante circunstancias adversas, ante el dolor de los que sufren por su compleja situación.
Las manifestaciones del arte argentino son una constante en la obra de José Ramírez. En este caso, presentamos el poema breve “Malambo Argentino”, en que el poeta exclama la actitud del bailarín de este género, que con mucho fervor responde a esa especie de reto que la música le impone. Incluye en él imágenes que muestran todo el atractivo de esta danza folclórica.
Los valores humanos que guían al poeta
Frente a la obra de José Ramírez El Entrerriano, podemos observar la pasión con que escribe, el compromiso con los temas que su pluma selecciona, temas que surgen de la realidad misma en la que vive; la lealtad hacia tantas personas que gentilmente menciona en su obra, el valor que a ellas asigna, el homenaje que les rinde; y particularmente, la pureza en los sentimientos que expresa en cada verso.
Y quienes lo han conocido, hablan de una persona que ha cultivado valores humanos que lo convierten en un ser íntegro, cabal, que vive y siente una realidad de la que no escapa, contrariamente, se compromete con ella, desde todas las dimensiones.
Texto y selección de fotografías: Prof. Nélida Claudina Delfín
Mil emociones me ha provocado esta lectura, junto a la empatía por el que emigra y también por el que queda, y ese sabor a dejavú cuando leí “Yo nunca te he abandonado… pues conmigo te llevé”.
Entre los versos del poeta y la manera de contarnos la historia de Claudina, ya colecciono lágrimas, nostalgia y mucho más.
Gracias por este regalo.
Es un buen recordatorio para un poeta realista como “José Ramírez” ..dónde podemos apreciar sus obras cargadas de recuerdos sagrados y la pureza de los sentimientos q expresa en cada verso. Mis felicitaciones!! a la revistaalmas por la dedicación y el esfuerzo con que trabajan en la misma.sigan adelante!!