Destinos similares de Colonia La Paz y Colonia La Gloria
Transitamos casi 45 km desde la ciudad de Concordia, por la Autovía Nacional 14 y nos encontramos con el acceso a estas localidades federaenses, con una rica historia y un admirable paisaje, con toda la plenitud que esa naturaleza es capaz de ofrecernos. Y desde la ciudad de Federación, son 25 km, estimativamente.

En busca de referencias históricas sobre estas dos colonias que se encuentran en el Distrito Gualeguaycito, del Departamento Federación, acudimos nuevamente a trabajos de investigación del Profesor César Varini. En este caso, “Dos colonias hermanas en el Distrito Gualeguaycito: ‘La Paz’ y ‘La Gloria’”.

Las superficies de ambas colonias eran parte de un mismo campo desde el año 1825. Fueron luego divididas por los Sres. Mac Leod y Otaño, y es en ese momento en que se constituye cada colonia. Posteriormente se volvieron a aunar al crearse la Junta de Gobierno de Gualeguaycito. “Dos colonias hermanas en el mismo distrito”, en palabras del Profesor Varini.

En el año 1925, el vecino Ceverino Rodríguez solicitó ante autoridades de la provincia la posesión de un campo en el área del Arroyo Gualeguaycito, propiedad que le fue concedida en el mismo año. Posteriormente vendría la compra. Meses más tarde el Sr. Rodríguez otorgó el poder de las tierras a su padre, Don Juan Rodríguez, para su venta.
A partir de esa instancia, la propiedad pasó por varias negociaciones y propietarios hasta que poco a poco se fueron perfilando Colonia La Paz y Colonia La Gloria. Los nuevos dueños para ese entonces eran el Sr. Benjamín Gadea, para la primera; y José María Otaño para la segunda.
El Banco Hipotecario Nacional, luego de los correspondientes fraccionamientos, que derivaban de la presencia de propietarios y sucesores, fundó Colonia La Paz.
“Un lugar nunca es solo «ese» lugar: ese lugar también es un poco de nosotros. De alguna manera, sin saberlo, lo llevamos adentro y un día, por casualidad, llegamos allí”.
(Antonio Tabucchi)
Este poblado formó parte de un Plan de Colonización, que en el año 1936 puso en marcha esta entidad bancaria, que vendería los lotes a agricultores, con buenos antecedentes en cuanto a la conducta, y con un capital suficiente como para cubrir los gastos de instalación y de explotación del terreno. El pago de la propiedad se concretaría teniendo en cuenta las respectivas tasas de interés. A los cinco años de haber efectuado esta tramitación, la entidad bancaria procedería a la escrituración definitiva, con la constitución de una hipoteca por una cantidad determinada de años. Las actividades debían estar vinculadas a la agricultura y a la ganadería.

En relación con Colonia La Gloria, el Sr. José María Otaño llegó a adquirir 4852 hectáreas, en las que creó el establecimiento ganadero “Los Eucaliptos”. Luego de varios trámites sucesorios, la propiedad quedó en manos de su única heredera la Sra. María Irigoyen de Agosti, nieta del fundador del establecimiento. En esas tierras nació Colonia Agosti, denominación que perduró por muchos años, hasta que en la ejecución efectuada por el Banco Hipotecario Nacional contra la Sra. Agosti y sucesores, la colonia pasó a su poder y los lotes fueron rematados. Fue ahí cuando se le designó el nombre de Colonia La Gloria.

El presente de Colonia La Paz y Colonia La Gloria
No obtuvimos datos actuales sobre la cantidad de pobladores de estas colonias, sí que habitan en ellas muy pocas familias, teniendo en cuenta nuestra observación cuando las recorrimos, y el reducido número de alumnos en las escuelas.
En cuanto al mundo laboral, además de actividades agrícolas-ganaderas, se ha sumado la avicultura, la producción de lácteos, la forestación y la industria maderera.
“Detrás de cada alimento está el campo y el trabajo de su gente”.

“Campos verdes, cielo azul,
Tierra fértil y ondulada,
Arroyos cargando historias
En el lomo de sus aguas…”
(Edgard Monteañares, “Morir no me cuesta nada”)
Eximias instituciones de Colonia La Paz y Colonia La Gloria
Como sucede en los inicios de cada poblado, los vecinos reconocieron la necesidad de la creación de una escuela primaria, para la alfabetización de los hijos de los colonos, y de una capilla, para la atención espiritual de los feligreses.
Majestuosa y Sagrada Capilla Nuestra Sra. de Luján

En el año 1958 se definió la construcción de una Capilla, en casa de la Sra. Luisa Toller de But, presidida por el Presbítero Luis But, para lo que se conformó una Comisión Pro-Templo, con el fin de recaudar fondos para su concreción. Donaciones, rifas, kermeses y demás recursos se consideraron para la obtención del dinero. Trabajó, por un lado, una comisión de hombres; y una comisión de mujeres, por otro.

La Sra. Odilma Moretti de Zampredri efectuó la donación del terreno, ubicado en el límite entre Colonia La Gloria y Colonia La Paz. Fue construida la capilla por iniciativa del Sacerdote Juan Cera. Comenzó la obra en el año 1971; y su inauguración se realizó el día 18 de marzo de 1973, con la bendición del entonces párroco Presbítero Román.

Hasta la actualidad se continúa con la conformación de comisiones que se ocupan del mantenimiento de la Capilla y de la atención a la comunidad. En esta oportunidad, dialogamos con la Sra. Hortensia Gómez, miembro de la actual comisión, quien nos facilitó material sobre la historia de la Capilla y nos habló sobre sus tareas.
Se celebra la Misa el segundo domingo de cada mes; y cada sábado, el encuentro de Catequesis que prepara a los chicos para recibir la Primera Comunión y la Confirmación. El día 08 de Mayo de cada año se celebra la Fiesta Patronal, en homenaje a Nuestra Sra. de Luján. El Presbítero Roberto Percara es el responsable de la Capilla.


Escuela N° 28 “Leopoldo Herrera” – Colonia La Paz
Esta institución educativa fue creada por Resolución del Consejo General de Educación del día 27 de abril de 1932. Fue su primera Directora la Srta. María Luisa Montoli, quien en los inicios realizó un censo que arrojó como resultado un número de 50 niños para ser escolarizados. Durante los primeros años, las familias eran muchas y todas numerosas, por lo que la escuela fue año a año creciendo. Sin embargo, ya hacia la década del 80, empezó el éxodo de familias a centros urbanos u otras regiones, con la consecuente disminución de la población escolar.

En sus comienzos, la escuela funcionó en el salón de una Iglesia Adventista. Más tarde, hacia 1954 se construyó el edificio propio, debido al esfuerzo mancomunado entre autoridades gubernamentales y la cooperadora escolar. La Sra. Emilia R. de Bernhardt había donado una hectárea para este objetivo.
“La educación es el fundamento verdadero de la felicidad”.
(Simón Bolívar)

Fue en esa época cuando se designó a esta escuela el nombre de “Leopoldo Herrera”, docente de relevante trayectoria educativa, autor de la obra “Invocación a la Patria”. Había nacido en la ciudad de Villaguay, corazón de nuestra provincia, en el año 1864. Estudió en la Escuela Normal de Paraná; ejerció allí, y en varias instituciones nacionales la docencia, en niveles primario y secundario. Su eximio accionar lo llevó a ocupar cargos directivos, y a dictar cátedras en aulas universitarias. Además, fue periodista y miembro de la Academia Argentina de Letras. Falleció en Buenos Aires en el año 1937.
El nuevo -y actual- edificio de la Escuela N° 28 fue inaugurado en el mes de mayo de 1985. Era en ese período su director el Docente José A. González.

Al haber sido Colonia La Paz poblada por colonos que pertenecían a la comunidad de alemanes del Volga, inmediatamente la entidad educativa tuvo que afrontar el inconveniente del idioma, ya que hasta la edad de ingreso en la educación primaria en sus hogares los niños aún no habían hablado el idioma castellano. Se estableció una política educativa integradora con el fin de desarrollar una conciencia nacional, que llevó muchos años en concretarse.
Visitamos la Escuela N° 28; nos recibió allí su Directora, la Docente Flavia Silvina Alzogaray, con quien entablamos un diálogo ameno y cordial en el que nos manifestaba que su trayectoria está marcada por escuelas rurales, en ella se desempeñó prácticamente durante toda su carrera. Es Personal Único, por tanto responsable de todas las tareas escolares, lo pedagógico, lo administrativo, lo edilicio, con el acompañamiento de padres de los alumnos.
“Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre”.
(Paulo Freire)

Este 2025 concurren a la institución cinco niños, varones todos. Dos alumnos pertenecen al primer grado del Nivel Primario, dos a cuarto, y uno a Sala de 5 años, Nivel Inicial. Presenta la particularidad de estas escuelas, con dos turnos, comienzan el ciclo lectivo por la mañana, pasan a la tarde durante los meses de frío, y vuelven a la mañana con el inicio de la primavera. Reciben desayuno o merienda, según el turno en el que se encuentren.
Escuela N° 41 “Malvinas Argentinas” – Colonia La Gloria
Esta institución inició sus tareas el día 13 de octubre de 1939. Su primer director fue el Docente Moisés Benin, quien también debió realizar un censo para establecer la cantidad de alumnos en edad escolar. Al igual que la Escuela N° 28, con el paso de los años debió afrontar el problema de la disminución de la matrícula.
Durante los primeros años la Escuela N° 41 funcionó en un local que había sido alquilado al Sr. Arcusin. Una modesta construcción con paredes de barro y techo de paja se había construido en un principio, hasta que recién en 1965 se dio comienzo a la nueva edificación. Su inauguración oficial se llevó a cabo el 14 de diciembre de 1968.

En nuestro recorrido por Colonia La Gloria, visitamos esta entidad educativa. Nos recibió allí, amablemente, la Sra. Directora, Profesora Analía Boos, desde 2018 en el cargo, y como docente desde 2005. Nos refería que en este 2025 la escuela cuenta con 32 alumnos; seis concurren al Nivel Inicial, salas de 3 y 4 años. Y 26 al Nivel Primario, de 1° a 6° grado.

El equipo docente está conformado por dos docentes de cada ciclo de Nivel Primario, una docente de Nivel Inicial, carácter itinerante, es decir, cargo compartido con otra escuela de la zona; un docente de Educación Física y uno de Educación Tecnológica. Destaca la Sra. Directora el trabajo en red con instituciones de la zona.

Un comedor escolar brinda desayuno y almuerzo al alumnado. Funciona a través de Acción Social de la provincia.
Nos manifiesta Analía que la Cooperadora Escolar realiza un muy buen trabajo; y la escuela recibe la colaboración de la Comuna.

“¡Maestros rurales! Los he visto en todas partes, en todos los rincones de la Patria, inconfundibles por su porte, distinguidos por su guardapolvo blanco hecho piel en ellos, y por su voz didácticamente formada, sonora y clara”.
(Amalia Troncoso de Scatena)
Para finalizar…
Visitamos en dos oportunidades Colonia La Gloria y Colonia La Paz, dos nombres en perfecta sintonía con lo que pudimos, en forma gratificante, descubrir. La Gloria, reconocimiento, logros alcanzados, prestigio, de una comunidad que jamás dejó de trabajar por su crecimiento, por su progreso. La Paz, armonía, conciliación, la unión de su gente que en la lucha diaria fue elevando este poblado que, como todos los de la región, pasó por situaciones adversas.
Dos colonias hermanas, como expresaba el Profesor Varini, que nos regalan un paisaje sublime, que no descuida ninguna imagen, intensidad, colores, sonidos y fragancias, que se unen para agasajar a quien lo transite. Y un paisaje humano, sus pobladores, que allí nacieron, o que llegaron en otra etapa de su vida; desde aquellos primeros inmigrantes, hasta quienes hoy las habitan, todos con consignas y convicciones definidas, con un compromiso inquebrantable, que los conduce a trabajar intensamente para elevar su lugar, ese lugar que hacen lucir con orgullo.
Agradecimientos:
A Cristian Márquez, Secretario de la Comuna de Gualeguaycito; a la Sra. Directora de la Escuela N° 41 “Malvinas Argentinas”, Profesora Analía Boos; a la Sra. Directora de la Escuela N° 28, Profesora Flavia Silvina Alzogaray; a la Sra. Hortensia Gómez, miembro de la Comisión de la Capilla “Nuestra Señora de Luján”.
Un agradecimiento interminable a todos, por su amabilidad y generosidad durante cada etapa de nuestro proceso de producción de este artículo.
Texto y selección de fotografías: Prof. Nélida Claudina Delfin
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