En el Museo Provincial de la Imagen, “Cosechas de Miradas”
El Museo Provincial de la Imagen presentó una significativa propuesta a través de la Muestra “Cosechas de miradas”, que exhibía la producción fotográfica de artistas locales, que se propusieron reflejar la Vejez como un eslabón entrañable de la vida humana, con sus peculiaridades en cada dimensión, natural, cultural, social, y en la que cada obra invitaba al receptor a reflexionar sobre todo lo que esta preciada etapa implica.

Nos pareció admirable que este grupo de fotógrafos haya optado por esta temática, La Vejez, la que el psicólogo alemán Erikson llamó “la edad de las últimas preocupaciones”, allí donde la integridad se define como una capacidad de ver la vida como una unidad, “ese sentido de integridad del Yo, que incluye nuestra aceptación de un ciclo vital único, con su propia historia de triunfos y fracasos, que provee un sentido de orden y significado en nuestra vida y en el mundo…”. Cuando la persona siente que no ha terminado lo que se había propuesto, puede caer en la desesperación. Para el autor: “lo deseable es que la persona esté satisfecha de la vida por las experiencias que vivió y la manera como las afrontó”.
La exposición se llevó a cabo entre el día 6 de octubre último y el 17 del mismo mes. El equipo de fotógrafos estuvo conformado por Norma Berón, Ariel Bordagaray, Gustavo Garateguy, Omar Lagraña, Beatriz Bonfilio, Noelia Figueroa, Cristela Schneider, Beatriz Romero, Patricia Aranda, Marta Diez.

Pudimos comunicarnos con algunos de ellos, quienes nos expresaron sus sensaciones ante la temática y la experiencia de haber participado en la Muestra.
En primer lugar, le preguntamos a la Sra. Norma Berón, una de las propulsoras de este proyecto, por el título, y nos expresaba lo siguiente:
-Porque cosechamos las miradas de los fotógrafos/as sobre un tema sensible a todos y cosechamos las miradas de las personas de avanzada edad sobre sus vidas pasadas y presente-.
Para la muestra -nos explicaba Norma- había que unificar un tema, y el más elegido fue la vejez: “Personalmente me interesa realizar proyectos fotográficos con temáticas sociales, por tal razón los temas tenían relación con nuestra sociedad local”.
¡Qué hermosas son tus manos con arrugas!
Son manos que me cuentan una historia
de sudores y penas y dulzuras.
Han trabajado mucho y han sufrido.
Saben de la alegría y de la angustia.
Supieron dar el pan, plantar el árbol,
cultivar el rosal, dar la ternura.
(Gervasio Melgar, “Qué hermosas son tus manos, abuelito”)

Norma Berón nos contaba que si bien de joven hacía fotos, como tantas personas que adquirían una cámara, sin ningún conocimiento, fue recién en 2017 que comenzó a estudiar Fotografía; con Andrea Baquela en primer lugar, cuando aprendió el uso y aprovechamiento de la cámara. Luego continuó su trayecto formativo en diferentes talleres que fueron reforzando conceptos relevantes como producción, edición, iluminación, etc. Su intención es plasmar lo social y lo cotidiano, visibilizar problemáticas que han sido naturalizadas por la comunidad. En ese camino ha diseñado varios proyectos fotográficos.
Las manos de mi madre
Me representan un cielo abierto
Y un recuerdo añorado
Trapos calientes en los inviernos…
(Peteco Carabajal, “Las Manos de mi Madre”)

Ariel Bordagaray nos dejó también sus impresiones sobre este evento cultural, y sobre la temática que se abordó:
-Esta muestra es un homenaje a quienes siguen enseñando en silencio…., en una sociedad que corre…, ellos nos enseñan el arte de detenerse, a mirar y apreciar la vida…en sus manos está el pasado y en sus sonrisas las fuerzas de seguir…. Cada arruga guarda la historia de una sonrisa, una lucha y un amor vivido…-

Este fotógrafo concordiense nos refería que tuvo una gran fascinación por las disciplinas artísticas desde niño y, en ese sentido, contó siempre con el apoyo de su madre, quien le daba lo poco que en aquellos tiempos difíciles podía. Cursó sus estudios secundarios en el Bachillerato Artístico “Cesáreo Bernaldo de Quiróz”; fue voluntario en talleres de manualidades de ACICON (Asociación de Ciegos Concordienses), estudió el sistema de escritura braille y Lengua de Señas. Redescubrió su pasión por la fotografía una tarde que recorría la costanera de Concordia y pudo tomar una imagen del atardecer con su teléfono celular. A partir de ahí comenzó su recorrido de formación académica por medio de diversos cursos y talleres, presenciales y virtuales; y su participación en exposiciones para las que fue convocado por distintas entidades culturales.

Cristela Schneider también nos manifestó sus sensaciones:
-Me motivó la posibilidad de mostrar “La ancianidad” más contemporánea, rompiendo con los estereotipos que asocian a las personas mayores en el encierro, la quietud o las tareas domésticas tradicionales. Mi trabajo buscó resaltarla como un espacio de vitalidad, estilo y reinvención. Rostros que transmiten historias, pero también cuerpos que se visten y se muestran con modernidad, autenticidad y orgullo-.

Comenzó Cristela Schneider su camino en la fotografía en el año 2017, cuando tuvo su primera cámara. A partir de ahí realizó diferentes cursos y, “durante la pandemia, la fotografía se volvió una forma de expresión y refugio”. En 2021, participó en una exposición en España, junto a colegas que había conocido a través de la virtualidad. Además, ganó en dos oportunidades el Concurso “Enfocá tu mirada”, a nivel provincial: “una experiencia que reafirmó mi pasión por esta forma de mirar el mundo”.
En cuanto a la Sra. Beatriz Bonfilio, nos decía que contó a través de sus imágenes parte de las actividades de su madre, de 80 años; cocinando, algo que hace todos los días, y participando en sus clases de gimnasia en un centro cultural al que asiste tres veces en la semana.

Beatriz Bonfilio estudió Fotografía en Casa del Bicentenario y en UNER, y participó en varias muestras fotográficas en la ciudad de Concordia.

El fotógrafo Omar Lagraña sostenía que la vejez es tema muy importante y que merecidamente está instalado desde diferentes ciencias como otra etapa del devenir humano: “En lo personal estoy transitando esa etapa y me pareció introspectivo hacerlo desde lo externo: la cámara; y lo interno: la propia realidad”.
¿Qué cuántos años tengo?
No necesito marcarlos con un número, pues mis anhelos alcanzados,
mis triunfos obtenidos,
las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones truncadas…
¡Valen mucho más que eso!
(José Saramago, “Poema sobre la Vejez”)

Respecto de su recorrido, “que nunca termina”, Omar nos indicaba que en pandemia se dedicó -en forma autodidacta- a explorar a fondo las cuestiones técnicas de una cámara réflex. Al seguir a fotógrafos por youtube, redes, etc. pudo “experimentar”. Ha participado en muestras colectivas y en un libro sobre obras de teatro en Concordia.
“Si cada fotografía te roba un poco el alma, ¿no es posible que yo esté dejando partes de mi alma cada vez que tomo una fotografía?”
(Richard Avedon)
Pudimos comunicarnos también con la fotógrafa Noelia Folguera, que nos expresaba que en estos tiempos en los que la juventud es sobrevalorada, posar nuestra mirada en personas que no lo son, busca reivindicar otro tipo de valores que tienen que ver con las raíces, con nuestra cultura, con el pasado y con el presente porque algunos todavía siguen aportando su impronta y su creatividad. Sus palabras:
-En lo particular a mí siempre me sensibilizó el tema de los adultos mayores. Sobre todo, por la soledad que muchos de ellos suelen transitar en esta etapa de sus vidas, aun teniendo familiares directos, en muchos casos. Y también considero que ellos representan una fuente de sabiduría y resiliencia, que pocos saben interpretar y aprovechar. Por eso esta producción fotográfica es en cierta forma un homenaje a las historias que hay detrás de cada mirada, cada arruga y cada blanca cabellera-.

La Sra. Folguera nos decía:
-Desde que era niña me he sentido atraída por la magia de la fotografía. Hoy la disfruto como una forma de expresión estética y de comunicación universal-.
Desde el año, 2014 Noelia comenzó a estudiar la técnica fotográfica y de postproducción en Cursos y talleres de nivel avanzado de la UTN y Talleres Costanera. También ha realizado cursos avanzados de Photoshop en La Casa del Bicentenario, entre otros. Dentro de la diversidad de posibilidades, le gusta mucho la fotografía de paisaje, de producto y la fotografía callejera. Ha formado parte de varias agrupaciones de fotógrafos en Concordia; y ha obtenido premios y menciones en diferentes concursos locales.

Gustavo Garateguy nos comentaba con gran entusiasmo que había podido participar en esta muestra, y que le había parecido significativa la propuesta, centrada en la ancianidad, que reunió una variedad de miradas sensibles, cercanas y profundamente humanas sobre esta etapa de la vida.
Aquí no hay viejos.
Solo nos llegó la tarde.
Somos seres llenos de saber.
Graduados en la escuela.
De la vida y en el tiempo.
Que nos dio el postgrado.
Subimos al árbol de la vida.
Cortamos de sus frutos lo mejor.
(Mario Benedetti, “Aquí no hay viejos”)

En cuanto a su trayectoria, Gustavo Garateguy, también Docente, nos manifestaba:
-Llegué a la fotografía casi como un gesto de búsqueda: una manera de escapar un poco de la rutina y volver a encender esa curiosidad que uno tiene de niño, cuando la luz sorprende y cada cosa parece nueva. Con la cámara aprendí a mirar distinto, a detenerme, a atrapar instantes y reconocer belleza en lugares donde antes solo veía lo cotidiano-.
Con el tiempo descubrí que lo que más me llamaba la atención no eran solo los paisajes, sino las personas. Sentía que siempre faltaba un protagonista. Así me acerqué al retrato y, desde ahí, a construir escenas y relatos que dialoguen con quien mira. Me mueve la fotografía artística, el retrato dramático, esa mezcla de luces y sombras que invita a pensar, que deja algo vibrando incluso después de apartar la vista-.

En su vasta carrera junto a la Fotografía, Gustavo ha llevado adelante distintos talleres de iniciación en la fotografía, de retrato editorial, iluminación, uso de flash y retrato dramático. Muchos de ellos los compartió junto al fotógrafo José Tugnarelli, con quien ha propiciado espacios de reflexión sobre el quehacer fotográfico, la construcción artística y la potencia del retrato; y se han convertido en “encuentros para pensar, crear y mirar junto a otros”.
Actualmente está a punto de presentar su primera muestra individual, un proyecto compuesto por diez retratos artísticos titulado “Pierrot, una historia de desamor”, en la ciudad de Villa Elisa.
La Sra. Beatriz Romero hizo alusión a su experiencia de haber visitado el Hogar de Ancianos:
-Fui al hogar y empecé a ver sus rostros, y con esta señora, Rosa, me cautivó su mirada, y sus uñas muy cuidadas. Entonces me motivó mostrar que a pesar de los años y del lugar donde uno se encuentra hay aspectos de la vida que permanecen-.

Los inicios de Beatriz fueron después de haberse jubilado, precozmente y con una discapacidad no visible: “Yo sabía que debía buscar algo gratificante que hacer, y fue así como incursioné en la fotografía; al principio en todos los aspectos, pero luego me fui inclinando por paisajes, hasta que descubrí que lo mío era la fotografía de naturaleza, especialmente aves. Capturar imágenes de adultos fue un desafío, poder mostrar sus rasgos, sus miradas”.
Yo no creo en la edad.
Todos los viejos
llevan
en los ojos
un niño,
y los niños
a veces
nos observan
como ancianos profundos.
(Pablo Neruda, “Oda a la edad”)

Como pudimos apreciar, algunos fotógrafos hicieron participar como modelos a residentes de un geriátrico, lo que asignó mayor significatividad a la tarea. Todo esto generó un clima profundamente motivador, donde cada obra encontraba eco en las miradas de quienes la contemplaban.
Hicieron hincapié los artistas en que se trató de una experiencia enriquecedora, la conexión con sus colegas, el compartir vivencias, dialogar desde la actividad para conformar un grupo, descubrir nuevas miradas sobre un tema tan entrañable, concebir la fotografía como una forma de reflexión y de vinculación intergeneracional, y como la gran oportunidad para transmitir un mensaje. Cada etapa del proyecto tuvo su aprendizaje y han podido ellos disfrutarla plenamente.

En síntesis, compromiso, entusiasmo, motivación, deseos de seguir creciendo, principios y convicciones que pudimos reconocer en este magnífico equipo de fotógrafos, que fue protagonista de un evento que tuvo arte, emoción, reflexión, miradas y perspectivas; y en el Museo Provincial de la Imagen, que les brindó la posibilidad de exhibir la excelencia de sus producciones.
Agradecimientos:
Al Coordinador del Museo Provincial de la Imagen, Sr. Fernando González; a la Sra. Delfina Moreyra; a la Sra. Norma Berón, fotógrafa que dio impulso a la Muestra, por toda su colaboración; y a todos los fotógrafos que participaron en este evento y gentilmente nos respondieron para que pudiésemos escribir este artículo.
Texto y selección de fotografías: Prof. Nélida Claudina Delfin





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