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22 de febrero de 2025

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Lee desde otra perspectiva

Un destacado compromiso con la literatura entrerriana.

Luis Sadí Grosso, poeta, escritor, conferencista, panelista, propulsor de entidades culturales.

Luis Sadí Grosso, una vasta producción define su obra, que incluye haber formado parte de la redacción de la Enciclopedia de Entre Ríos, Área Literatura, año 1979.

Luis Sadí Grosso, nació en Paraná en 1921; asistió algunos años al Colegio Nacional, y tres años al Instituto de Profesorado de Paraná, Área de Literatura. Fue más bien un autodidacta, que alcanzó conocimientos significativos sobre Estilística en particular.

Cartel de la ciudad capital de la provincia, cuna del poeta, en la barranca del Parque Urquiza, con el Río Paraná al fondo.
(Fuente: https://www.radionacional.com.ar/entre-rios-parana-celebra-durante-todo-junio-el-mes-de-la-ciudad/)

Aún inédito, fue incluido en la antología iconográfica de autores entrerrianos “Entre Ríos cantada”, de Luis Alberto Ruiz (escritor y periodista de Concepción del Uruguay; 1923-1987).

Frecuentó los círculos literarios de la década del 40, junto a Juan L. Ortiz, Reynaldo Ros, José María Díaz y Alfonso Sola González, entre tantos otros. El premio “Cimarrón Entrerriano” -un mate artesanal con el que se premia a personas que se han destacado en el área cultural- se entrega para homenajear su memoria.

En el libro de MC Ediciones, “Literatura Para Vos”, de María Inés Asensio,  que incorpora una variada selección de textos de autores entrerrianos, descubrimos la poesía de Luis Sadí Grosso.

De intensa participación en entidades culturales diversas, este autor fue co-fundador de la SADE (Paraná) y del Club de Letras de Entre Ríos. Planificó la Sección Letras de la Dirección de Cultura de la Provincia, y puso allí en marcha tres líneas editoriales: del Premio “Fray Mocho”, de la “Muestra Literaria de Entre Ríos” y de “Ediciones Dirección de Cultura de Entre Ríos”.

Elementos personales del escritor.
(Fuente: https://www.facebook.com/paranahaciaelmundo/photos/objetos-del-escritor-luis-sadi-grosso/10150223284620356/)

Luis Sadí Grosso fue el creador del “Salón del Poema Ilustrado de Entre Ríos”. Coinciden sus críticos en que uno de sus grandes objetivos fue siempre difundir la producción poética de autores entrerrianos. Recopiló la obra completa de Reynaldo Ros (seudónimo de Reinaldo Dardo Rosillo, poeta y narrador paranaense).

Diarios y revistas provinciales y nacionales contaron con su colaboración, entre ellos, “La Capital” de Rosario, “El Litoral” de Santa Fe, “Meridiano” de Córdoba, “El Diario” de Paraná, “Clarín” de Buenos Aires y “El País” de Montevideo; y en las Revistas “Bibliograma” y de “Educación de la Plata” (Buenos Aires).

Entre sus libros de poemas se destacan: “Odas ínfimas”, “Recuerdo de Paraná”, “Las Estatuas”, “Libro de Venus”; “Obra Completa”, que además de los libros mencionados, incluye los libros de poemas “Pequeño Espectáculo”, “Terreno baldío” y “Poemas inéditos”; y una selección de cuentos. A estas producciones se suma la antología de autores que fue publicada en 1958, “Poemática Entrerriana Contemporánea”.

“Recuerdo de Paraná”, una colección de poemas  con el protagonismo de su amada provincia, publicada en 1970.

Luis Sadí Grosso falleció en su ciudad natal, de la que nunca se fue, el 08 de enero de 2008.

            Transcribimos a continuación algunos de sus poemas, que forman parte de distintas antologías de su obra poética.

Acuarela ribereña

(“Recuerdo de Paraná”)

Sobre las altas barrancas

hay una hija del río;

Paraná, se llama y tiene

trencitas del amor mío.

Su mirar tiene colinas

con pájaros, trigo y sol;

su reír tiene hondonadas

con arroyitos de amor.

Al frente de sus islas tienen

alturas de sirirí,

honduras de sombras quietas

y algo que tira de mí.

En noches de luna llena

se oye la voz del silencio,

la voz muda y planetaria

del ser de los elementos.

Se levanta con el alba,

se acuesta con las estrellas;

duerme despierta en las bellas

alturas que canta en el agua.

A veces algún pacú

le da un bocado a la luna,

y es cuando cuelga reyuna

como cáscara de luz.

En el polvo que hace el día

cuando se ha ido, se ve

como gragea encendida

la ciudad de Santa Fe.

Y en la extensión de las aguas

lejanas se suelen ver

las canoas de silencios

que hay entre el hombre y el pez.

Y el río corre y sabe

por ese estar en un ser

que tienen las canoítas

prendidas del espinel.

A veces se ven venir

a las remadas cortitas

aguas arriba sesgando

la proa a la ranchadita.

Otras veces una vela

se queda pensando en el cielo;

ni va, ni viene, ni está,

porque se hace pensamiento.

Las noches son de murmullo,

los días son de color,

y el frío y el sol torturan

la vida del pescador.

Pero hay allá por los muelles

hilos de nailon feliz

con un hombre en la punta

y en la otra una lombriz.

Lombriz es también la cola

de gente en boletería

que se comen cada hora

las lanchas durante el día.

Y allá en el puerto las balsas

donde se lee “Buen Viaje”

dicen muchos pasajeros

que es un cruce “inolvidable”.

En tanto en el canevá

del río las lanzaderas

tejen las horas viajeras

lancha viene, balsa va.

Qué cosa que da trabajo

el lomo del río bagual;

pero el gaucho subfluvial

lo va a amansar desde abajo.

Cuando se abra ese legado

a toda la gauchedad,

va a comenzar como siempre

la era de Gran Ciudad.

Sobre las altas barrancas

hay una hija del río;

Paraná, se llama y tiene

trencitas del amor mío.

Magnífica descripción poética de Luis Sadí Grosso, como si desde la ribera, de pie, observara esa sucesión de elementos paisajísticos, que supo magistralmente incluir en enunciados con diferentes recursos poéticos, impregnados de sus más caros sentimientos hacia “una hija del río”, como mencionó a la ciudad que lo vio nacer y permanecer hasta el final de sus días.

“Paraná, se llama y tiene trencitas del amor mío”. La subjetividad del poeta al caracterizar a su amada ciudad, la ciudad natal y en la que eligió quedarse para siempre. (Fuente: https://www.miradorprovincial.com/index.php/id_um/372695-preocupa-la-continua-bajante-del-rio-parana-altura.html)

Una oda que refleja la nostalgia del poeta por un tiempo que pasó, cuando la juventud arrasaba con ímpetu, y la búsqueda constante de ese camino que necesariamente había que continuar. Recordemos que una oda es una composición poética en tono elevado, que se propone alabar a alguien o algo.

El mate, identidad entrerriana, arraigada tradición presente en cada etapa de la vida de quienes habitamos esta provincia. De él parte el poeta para expresar toda su nostalgia por un tiempo que no vuelve, y que estuvo colmado de mágicos y felices instantes.

Puerto Ruiz (Décima)
 
La estación no tiene tren
ni tiene barcos el río;
tan sólo flota el estío
y los ceibos que se ven;
calles y casas sin quién;
vida que fue y ya no hay;
¿a dónde vas Gualeguay
tan sereno y tan feliz?
Nadie llora en Puerto Ruiz,
ni ríe, ni se oye un ay.

Del libro “Poemas inéditos”, “Puerto Ruíz”, un puerto y un pueblo que detuvieron su andar, y un poeta que no puede dejar de expresar su angustia a través de una décima que interroga a ese río que felizmente sigue su cauce, indiferente a esa manifiesta ausencia.

Una décima es una estrofa que consta de diez versos de ocho sílabas con rima consonante.

Puerto Ruíz, departamento Gualeguay, fundado en 1750, a su alrededor se construyó un pueblo, pero el cierre de sus industrias y el suyo como puerto lo dejó aislado. De esta realidad surgen los melancólicos versos de Luis Sadí Grosso.

Elegimos del libro de este escritor paranaense “Pequeño Espectáculo”, la poesía “Modos de dicha y felicidad”, que nos invita a descubrir otra faceta de su producción. Una sutil manera de expresar las diferencias entre un instante de júbilo y regocijo, y un estado de emoción, de satisfacción, cuando la persona ha logrado cumplir objetivos que anhelaba, un estado que puede permanecer más allá del tiempo. Dicha y felicidad, respectivamente, quizás para llevarnos a sus lectores a la reflexión.

Luis Sadí Grosso, un escritor que se identifica plenamente con la provincia de Entre Ríos, y en particular con su amada Paraná, esa ciudad que lo recibió, lo cobijó y que él eligió para permanecer, o quizás la ciudad lo haya elegido a él, al mostrarle uno a uno todos sus encantos, como tan bien él los nombraba en su extenso poema “Recuerdo de Paraná”. Y de ese apego entrañable a su tierra, deriva el enorme compromiso con que trabajó por la literatura entrerriana, por reconocer en cada poeta sus valores, por hacer que sus obras perduraran más allá de su época. Desde cada rol que oportunamente ejerció, fue alcanzando las metas que se había propuesto, por un lado.

Y por otro lado, todo lo que desde sus más profundos sentimientos brotaba, los convertía en poesía. Por ello, nuestro reconocimiento al presentar al eximio poeta en este artículo.

Texto y selección de fotografías: Prof. Nélida Claudina Delfin.