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26 de julio de 2024

revistaalmas.com

Lee desde otra perspectiva

El mejor relato de ciencia ficción de la década

Así está considerada por la crítica mundial “La persistencia de la visión” la novela corta de John Varley. "Existen libros que no deben ser leídos. Libros que hasta los mismos escritores que les hacen sus prólogos recomienda no leer. Ya sea porque son muy poderosos y pueden generar estados de ánimo extremos. Ya sea porque la propuesta es tan sólida que te hace dudar de tus bases. O el genio del escritor es tal que te trasmite vivamente lo que sufren o gozan los personajes; te hace sentirlo. Y después dicen que la lectura no es apasionante” dice el escritor mexicano Alejandro Lanzagorta.

El protagonista…se integra a la sociedad como un niño pequeño a quien hay que educar para que deje de pensar en la fantasía de “ver”

Alejandro Lanzagorta

¿De qué se trata esta novela corta?

Alejandro Lanzagorta, el escritor mexicano, autor de “La certeza de su muerte” y “Caná, después de la boda”, hace el siguiente comentario sobre el relato de Varley, un análisis que invita muchos lectores a buscar el texto en cuestión:  

John Varley realizó en 1978 un cuento titulado “La persistencia de la visión”, que ganó los premios importantes de ciencia ficción de ese año. El cuento se parece mucho a “El país de los ciegos” de H.G. Wells, escrito en 1899.

Varley toma la línea básica de la historia: Una sociedad de personas discapacitadas, pero si Wells piensa en ciegos, Varley dice ciegos, sordos y mudos.

Wells hace que el extranjero caiga de la montaña en ese país aislado en un valle de los Andes. Varley, en cambio, hace que su protagonista encuentre la comuna en su vagabundeo por un mundo del futuro semi apocalíptico. Ninguna de las historias habla sobre adelantos tecnológicos y sin embargo, las dos historias son ciencia ficción.

Wells le da un giro al refrán “En tierra de ciegos el tuerto es rey“. Su protagonista, a pesar de ver, no puede tomar el poder ante la fuerza de la comunidad. Es contenido y regresa contrito a pedir comida y se integra a la sociedad como un niño pequeño a quien hay que educar para que deje de pensar en la fantasía de “ver”.

Varley genera una metáfora extrema y como debería hacer todo buen escritor, nos confronta con lo normal y permitido, con lo que es la belleza profunda y la plenitud: Los hijos normales de los ciego-sordo-mudos se sienten incapaces de lograr un estado de comunión profunda al cual sus mayores pueden llegar con un ritual que tienen. Los observan felices, plenos, uno con el universo y se sienten incompletos

Varley nos abofetea y dice que somos insensatos por confiar demasiado en la visión, la audición y el habla. Con solo dos sentidos ellos hacen y logran más; se comunican mejor. Se vuelven una gestalt, el todo es mayor que la suma de las partes y la forma en que se logra esa totalidad es la que puede incomodar al lector.

            El protagonista se va de la comunidad un tiempo pero no puede olvidar lo que aprendió; ya no puede integrarse a una vida “normal”. Regresa para generar uno de los finales más hermosos, terribles e inolvidables de la ciencia ficción.

El autor ha logrado su objetivo. Después de 15 años de haberlo leído por primera vez es un cuento que recomiendo con reservas, como así lo hago en este momento.

Alejandro Lanzagorta.

Algunas frases de La persistencia de la visión

Sí, puedo ver la guerra como una forma de vivir con otros; imponiéndole nuestra voluntad al adversario en términos tan claros que el oponente no tenga otra solución que someterse, morir, o saltarse la tapa de los sesos.

“Comprendían los fundamentos básicos de la moral: que nada es moral para siempre y que cualquier cosa es moral bajo las circunstancias adecuadas. Todo es cuestión de contexto social.”

Yo no estaba seguro de si deseaba una tal desnudez. Me había contemplado a mí mismo hacía poco y no me había sentido satisfecho con lo observado. La realización de que cada uno de ellos sabía más al respecto que yo mismo, porque mi honesto cuerpo había dicho lo que mi asustada mente no deseaba revelar, era algo estremecedor.”

“Me dijo que tan sólo sufriría durante un tiempo, que me acostumbraría muy pronto a vivir mi vida con mis más tenebrosas emociones escritas en letras de fuego sobre mi frente”

“Es un atributo del permanecer en la eterna oscuridad y el silencio, el tocar a otros. Todo lo que sé con seguridad es que la vista y el oído lo imposibilitan o lo oscurecen. Cuando me rodeo de silencio y oscuridad tanto como me es posible puedo ser consciente de sus contornos, pero la visión de la mente persiste. Esa puerta está cerrada para mí, y para los niños”.

Así es en esencia como se resuelven la mayor parte de los problemas de la «naturaleza humana» en Keller. Algo parecido a un arte marcial oriental; cedes, dejas que el impulso de tu atacante le haga perder el equilibrio por la fuerza misma de la agresión.

Nunca había oído un cuento de hadas en el cual se pudiera regresar al país encantado. Te despiertas, y descubres que la oportunidad ha pasado. Te has quedado atrás. Imbécil. Sólo hay una oportunidad; ésa es la moraleja, ¿no?

Agradecemos la colaboración ‘de Alejandro Lanzagorta en la revistaalmas.com.

Puedes leer esta novela corta en el siguiente enlace: https://revistaalmas.com/la-persistencia-de-la-vision/

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