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27 de julio de 2024

revistaalmas.com

Lee desde otra perspectiva

Un cálido lugar para disfrutar de la naturaleza y su gente.

ESTANCIA GRANDENaturaleza y cultura.

Dos kilómetros de ripio separan la autovía Ruta Nacional 14 del pueblo.

Ni bien comenzamos a transitar el acceso, ya observamos la presencia de animales que, en su mayoría, interrumpían su alimentación para ver quiénes éramos, o cuánto nos acercábamos a ellos. Algunos pareciera que posaban para la cámara, otros nos espiaban con cierta desconfianza, y otros tomaban otro rumbo, sin aparentar perturbación ante la aparición de seres extraños.

La curiosidad que generamos en los animales con nuestra presencia.

Ya en la zona urbanizada, en la primera esquina, descubrimos el edificio municipal, el registro civil y la sala de primeros auxilios. Enseguida, negocios de diferentes ramos que, quizás actualmente estén sustituyendo al antiguo almacén de ramos generales, que como  en todos los poblados rurales existía y que, además de brindar los productos necesarios a los lugareños, generaba un espacio de encuentro entre ellos y entre viajeros que hacían de él una parada obligatoria en su itinerario, donde la bebida y los naipes solían prolongar la jornada hasta altas horas de la noche.

El Municipio y la Sala de Primeros Auxilios constituyen el inicio de la zona urbanizada.

Fusión de historia, fe, esparcimiento, juegos

Próximamente, las camelias, un viejo ceibo, tan representativo de nuestra nación, los bancos y juegos infantiles, ermitas, monumentos y placas, nos presentan la Plaza “Juan de San Martín”, que lleva su nombre en homenaje al padre del Libertador, militar y gobernador de la comunidad guaranítica de Yapeyú, que había dispuesto la creación de una estancia entre los arroyos Yeruá y Yuquerí Chico, información que según placa ubicada en el sitio, fue tomada de la Enciclopedia de Entre Ríos, año 1978. El casco se encontraba donde durante muchos años funcionó posteriormente el Hogar Escuela “Juan XXIII”, y hoy, un centro de rehabilitación para personas con adicciones.

Acervo cultural, tradiciones

¡Cuánta felicidad significa para los niños ese espacio de esparcimiento y diversión! Y para la comunidad toda, porque en muchas ocasiones podemos participar en ese predio de fiestas gauchas, con desfiles de agrupaciones equinas, doma, danzas folklóricas y presentaciones de artistas de diferentes géneros musicales, símbolos genuinos de la cultura de la región y de nuestro país.

Fiesta del Gaucho Entrerriano. Año 2022.
Festejos Día de la Tradición en Plaza “Juan de San Martín”. Año 2022.

Fiesta Provincial del Gaucho Entrerriano

Este 2023  la Fiesta del Gaucho Entrerriano fue declarada  “Fiesta Patria Provincial del Gaucho Entrerriano”, mediante la ley Nº 11023, aprobada por la legislatura de la Provincia de Entre Ríos, un evento que se afianza en la región y que ofrece la oportunidad de que la gente conozca y disfrute de las tradiciones gauchas, habilidades y destrezas puestas de manifiesto en una gran cantidad de jinetes que asistieron a la fiesta; y de la riqueza cultural, a través de la música, danzas folklóricas, platos típicos, indumentaria gaucha, no solo en las personas que participaban del desfile, sino también en muchos de los concurrentes de las más diversas edades.

Desfile criollo, jineteada y números artísticos enaltecieron el evento este último 18 y 19 de junio.

Coplas y payadas que forman parte de nuestro acervo cultural en el festivo escenario.
La Agrupación Ecuestre “Los gauchos del Yeruá” engalanó la jornada con su presentación en la Plaza “Juan de San Martín
El jinete y su destreza en la segunda etapa de este evento de carácter provincial.
La Bandera Nacional y la Enseña de Nuestra Provincia, emblemas que nos
identifican y enorgullecen como hijos de estas tierras.

Religiosidad y arte

Siguiendo con la descripción de este majestuoso paisaje, más adelante, por la misma calle principal, sólida, arraigada, infinita en su grandeza, se alza la Capilla “San José Obrero”, de forma triangular su fachada, con un rosetón al medio, se enangosta hacia la cúpula, donde luce soberbio el campanario, y en lo alto, apuntando hacia el cielo, la cruz, símbolo del triunfo de Cristo sobre la muerte, para los feligreses católicos que allí depositan su fe, sus ruegos, su gratitud. Y al costado del terreno, un altar, enmarcado en la gruta donde comparece Nuestra Sra. de Lourdes, junto a la pequeña Bernardita, cuya historia atrae a tantos creyentes. Este recinto luce agraciado al estar rodeado de una exuberante vegetación con tonalidades que exaltan aún más la sagrada imagen.

Capilla “San José Obrero”, un estilo arquitectónico peculiar entre las iglesias rurales.

Prestigiosas instituciones

Enseguida, el edificio de las instituciones educativas, la Escuela Primaria N° 19, “Juan Lavalle”, donde tanta gente del lugar y alrededores ha recibido, y recibe, las herramientas académicas y culturales para desenvolverse en la vida; y la Escuela Secundaria N° 20 “Simón Bolívar”, de modo que los adolescentes puedan permanecer en sus hogares mientras continúan la segunda etapa de sus estudios. Enfrente, el edificio del antiguo Hogar Escuela “Juan XXIII”, que albergó a tantos niños, cuyas familias no habían podido ocuparse en ellos; hoy, reconvertido en un centro de rehabilitación para la internación de personas con adicciones.

Escuela N° 19 “Juan Lavalle” – Escuela N° 20 “Simón Bolívar”. 

Hacia el final de la calle principal, con esplendor y sencillez, se destaca una casa de cuatro aguas, típica vivienda campestre, como aquellas que desde siempre se han construido en áreas rurales; y que han sido fuente de inspiración de tantos artistas de todos los tiempos que las han representado a través de sus creaciones, al igual que a las características casas de dos aguas, que no podían faltar en la localidad.

Pintoresca y llamativa casa de cuatro aguas consuma un paisaje ideal.

Toda escenografía se completa con plantas, hierbas y césped, que desparraman su radiante verde, y cuya frondosidad ofrece la ansiada sombra al caminante. Todo constituye el fruto de la atención y el cuidado de sus habitantes.

Sabia naturaleza

Al dejar la zona urbanizada, el campo se nos presenta en toda su magnitud, el follaje de los árboles, plantas colmadas de flores, sembradíos que insinúan su producción futura, flores silvestres pequeñas pero no por ello menos hermosas; pájaros que despliegan un vuelo formidable en busca del sustento diario para ellos y sus pichones; descubrimos palomas, torcazas, horneros, cardenales, pirinchos, pájaros carpinteros, halcones, y enormes bandadas de loros; arroyos y tajamares donde los animales calman su sed; senderos que conducirán seguramente a estancias y puestos.

Magnífica lección

En unos minutos de descanso, en una de varias concurrencias al lugar, a la vera de un camino que luego supimos llevaba a uno de tantos establecimientos rurales, vimos cabalgar a un hombre que reflejaba toda la paz que ese contexto transmitía, ufano de su atuendo campero; no obstante, todo su orgullo estaba a su lado, un niño, que trotaba junto a él y que también manifestaba serenidad en concordancia con su ámbito, y lucía las prendas propias del trabajo de campo. Y con ellos, compañero inseparable, fiel hasta la perpetuidad, un perro, pelaje oscuro, tamaño mediano, correteaba por momentos delante y por momentos al costado de ellos. Sin dudas, una de las mejores postales de todas nuestras jornadas de excursiones campestres.

Dos generaciones y la misma pasión por la tarea de campo.

Mientras avanzamos, una sensación de calma nos impregna constantemente el alma, y nos embarga un entusiasmo por permanecer allí, donde el mundo parece detenerse y nosotros  quedamos extasiados ante tanto aroma a campo, ante la pureza del aire y los sonidos perceptibles de animales y aves. Es la madre naturaleza, que nos seduce con todo su encanto y, por un instante, nos hace soñar con el Paraíso. Nuestros sentidos captan, guardan y conservan todo aquello.

Y volvemos, cuantas  veces podemos, a disfrutar del atractivo encanto de esta maravilla, donde apreciamos cada vez que un mayor número de personas elige vivir. El poblado se va extendiendo y varias construcciones nuevas lo reflejan permanentemente.

Fotografía y textos: Nélida Claudina Delfín